¿Qué es El libro de Urantia?
¿De dónde procede El libro de Urantia?
¿Por qué se escribió El libro de Urantia?
¿Qué es la Fundación Urantia?
¿Quién es Dios?
¿Quién es Jesús?
¿Podrían decirme por qué se llama Miguel a Jesús?
¿Cuál fue el propósito de la vida de Jesús?
¿Jesús sacrificó su vida para salvar la nuestra?
¿Enseña El libro de Urantia que Jesús es el Salvador?
¿Qué hizo Jesús desde los 12 años hasta los 30?
¿Qué es la evolución?
¿Qué es la cosmología?
¿Hay solo una única religión?
¿Qué es la oración?
¿Qué es la adoración?
¿Y qué hay del pecado y el mal?
¿Qué es el Reino de los Cielos?
¿Qué es la mente?
¿Qué es el alma?
¿Qué es la Revelación?
¿Quién soy?
¿Qué es la personalidad?

¿Qué es El libro de Urantia?

El libro de Urantia es una revelación de la verdad para nuestro mundo procedente de seres elevados del universo. Sus enseñanzas combinan ciencia, filosofía, historia, cosmología y religión de manera armónica en una visión general que revela nuestro origen, nuestro propósito y nuestro destino divino y eterno,  "su progreso de duración milenaria desde animal hasta ángel y desde ángel hasta espíritu y desde espíritu hasta Dios". El libro de Urantia(558:2) 48:8.4.

Las enseñanzas incluyen información sobre la composición, organización, administración y personalidades del cosmos; la historia de nuestro planeta, nuestra continua evolución espiritual; una nueva visión de la realidad que aclara los conceptos de personalidad, mente y alma; la experiencia evolutiva de nuestra progresión hacia Dios en asociación con el espíritu de Dios en nuestras mentes; y, por último, un relato ampliado de la vida y enseñanzas de Jesús (Fuente: Theoquest y el Comité de Educación)

¿De dónde procede El libro de Urantia?

El texto de El libro de Urantia es la mejor fuente de información acerca de su origen. En las últimas páginas de las partes I, II y III, los autores nos dicen que los Documentos correspondientes fueron terminados en 1934 y 1935. Sin embargo y en contraste con esto, los autores de la parte IV no dicen cuándo estuvo terminada. No hay partes de El libro de Urantia adicionales o no publicadas.

La sección "Los títulos de los Documentos" (páginas de la VII hasta la XII) ofrece una lista de los títulos de cada Documento y de su autor. Esta relación deja claro que El libro de Urantia es una presentación compuesta de muchos autores distintos. Con seis excepciones, no están identificados por su nombre sino por su orden de seres. Los autores hacen referencias destacadas a los materiales de procedencia humana que son considerados como guía para los conceptos y perspicacias previos que eligen utilizar o adaptar. A este respecto, vean el Reconocimiento (16.7) 0:12.10 hasta (17.3) 0:12.13 (al final del Prólogo) y (1343.1) 121:8.14 (los tres párrafos finales de la sección 8 del Documento 121)

Los pasajes de las páginas (1007.1) 92:4.1, (1008.2) 92:4.9, y (1109.2) 101:4.1 explican los límites de la revelación. En (865.6) 77:8.13, el autor describe el papel de las criaturas intermedias.

Para afirmaciones sobre el sujeto humano que estuvo implicado en el proceso de transmisión del texto, vean (1208.6) 110:5.7 y (1258.1) 114:7.9.

Muchas personas han hecho conjeturas acerca del origen de El libro de Urantia. Se ocultó la información sobre los papeles específicos de los individuos y las técnicas concretas, para evitar una atención excesiva hacia los seres humanos y las circunstancias temporales. Sin embargo sí que sabemos que, a principios del siglo XX, un doctor en medicina que ejercía en Chicago se convirtió en la cabeza visible de un grupo conocido como la Comisión de Contacto. Este pequeño grupo fue el custodio inicial de los Documentos de Urantia. Sus miembros hicieron el juramento de no revelar la identidad de la personalidad de contacto (el ser humano a través del cual se transmitieron los Documentos Urantia) y de no revelar los detalles de la transmisión. Con esto buscaban evitar que las generaciones futuras veneraran a la personalidad de contacto, a la Comisión de Contacto, o a los dos.

Cuando se recibía un Documento se leía a los miembros del Foro, un grupo que se reunía en casa del doctor los domingos por la tarde para tratar sobre libros de ciencia, filosofía y religión. Los Documentos surgieron como respuestas a preguntas formuladas por los miembros del Foro. "Sin preguntas, no hay Documentos", como dijo el doctor.

De este modo, los miembros del Foro se convirtieron en los primeros lectores de los Documentos de Urantia. Fueron los primeros que creyeron que los Documentos de Urantia constituían la quinta revelación de época a nuestro planeta. También fueron los primeros que se comprometieron con la misión de compartir las enseñanzas de El libro de Urantia con los pueblos de todos los países, razas y religiones.

En el análisis final, el texto habla por sí solo, pues ni los hechos ni la lógica pueden provar que el texto es lo que proclamas sus autores. El verdadero valor de El libro de Urantia radica en su contenido, no en sus orígenes. Debido a la naturaleza reveladora del texto, cada lector tiene derecho a una valoración personal, haciendo uso de su experiencia interior directa con las ideas, los ideales y las perspicacias profundamente inspiradoras, que los autores han entretejido (Keeler y otros, Comité de Educación)

¿Por qué se escribió El libro de Urantia?

El libro de Urantia se escribió "para aumentar la conciencia cósmica y elevar la percepción espiritual" (1.2) 0:0.2 de los pueblos de Urantia, nuestro planeta. Proporciona una vista panorámica del tamaño sin límites del espacio y el tiempo, demuestra el orden del cosmos e ilustra las dimensiones inimaginables del universo de universos. De principio a fin, El libro de Urantia proporciona también la comprensión de cómo cada ser humano puede ampliar su propia experiencia de Dios, de la verdad, la belleza y la bondad y de todo el amor incondicional de Dios hacia cada uno de nosotros. El libro describe  "todo el proyecto de las existencias vivientes en los mundos del espacio centrado en el propósito divino de elevar a todas las criaturas divinas hasta el añto destino de la experiencia de compartir la perfección paradisiaca del Padre".

(36.3) 2:2.5

(Comité de Educación)

¿Qué es la Fundación Urantia?

La Fundación Urantia fue creada en 1950 para ser la editora y custodia del texto íntegro de El libro de Urantia. La Fundación también es responsable de asegurar la diseminación de las enseñanzas por todo el mundo, y busca conseguir esto con la ayuda de organizaciones sociales y de lectores.

Desde una perspectiva organizativa, la Fundación Urantia es una fundación educativa sin ánimo de lucro que trabaja bajo una Declaración de Fideicomiso. Lleva publicando la edición inglesa original de El libro de Urantia desde 1955.

Las principales actividades de la Fundación Urantia son la publicación, distribución y traducción de El libro de Urantia. La Fundación procura que El libro de Urantia esté disponible en bibliotecas y librerías y en los distribuidores más importantes, incluyendo a Amazon. En cuanto a las traducciones, los fideicomisarios de la Fundación y su personal buscan proporcionar ediciones fieles, atractivas e emotivas, con un texto que sea tan bello y atractivo para los hablantes nativos como si el texto original hubiese sido escrito en su idioma.

Se han imprimido cerca de 700.000 ejemplares de El libro de Urantia en inglés. La Fundación ha traducido también el texto en diez idiomas: finés, francés, español, holandés, alemán, italiano, coreano, lituano, portugués y ruso. Se está trabajando en la traducción de muchos más idiomas.

Además, la Fundación Urantia publica una serie de ayudas al estudio, que incluyen una concordancia exhaustiva, una versión en audio del texto original en inglés (en formato MP3) y una edición para ordenador en CD-ROM que contiene el texto y varias traducciones, junto con el programa de búsqueda Folio Views.

Otros servicios a los lectores

La Fundación promueve el estudio de El libro de Urantia y de sus enseñanzas animando a los lectores a que creen o participen en grupos de estudio, organizaciones sociales, y otras redes que les permitan perseguir los ideales espirituales, filosóficos o sociales que los autores proclaman. La Fundación también promueve el estudio de las enseñanzas patrocinando la Escuela de El libro de Urantia en Internet, que funciona en cuatro idiomas (inglés, finés, francés y español)

Además, la Fundación Urantia proporciona un servicio de contacto con lectores y responde a preguntas de estos (Keeler y otros, Comité de Educación)


Preguntas más frecuentes de los lectores

(Diríjanse también a la sección educativa del sitio web)

Sobre Dios

¿Quién es Dios?

El Padre Universal - El Padre espiritual y amoroso de todos

EL Padre Universal es el Dios de toda la creación, la Primera Fuente y Centro de todas las cosas y todos los seres. Pensad primero en Dios como creador, luego, como controlador, y finalmente, como sustentador infinito.

(21.1) 1:0.1

Dios es realidad primordial en el mundo del espíritu; Dios es la fuente de la verdad en las esferas de la mente; Dios envía su sombra por todas partes de los reinos materiales. Para todas las inteligencias creadas, Dios es una personalidad, y para el universo de universos él es la Primera Fuente y Centro de la realidad eterna. Dios no es ni semejante al hombre ni a la máquina. El Padre Primero es espíritu universal, verdad eterna, realidad infinita, y personalidad paterna.

(23.4) 1:2.1

El antiguo concepto de que Dios es una Deidad dominada por una moralidad augusta fue elevado por Jesús a ese nivel afectuoso y conmovedor de íntima moralidad familiar de la relación padre-hijo, de la cual no hay ninguna más tierna y bella en toda experiencia mortal.

(40.6) 2:6.2

En primer y último término —eternamente— el Dios infinito es un Padre. De todos los títulos posibles por los cuales podría ser conocido con propiedad, he sido instruido a describir al Dios de toda la creación como el Padre Universal.

(59.1) 4:4.5 

Dios es un Padre en la más elevada acepción del término. Está eternamente motivado por el perfecto idealismo del amor divino, y esa tierna naturaleza encuentra su expresión más robusta y su satisfacción más grande en amar y ser amado.

(59.2) 4:4.6

Aunque Dios es en y para los universos todo lo que hemos descrito, sin embargo, para vosotros y para todas las demás criaturas que conocen a Dios, él es uno, vuestro Padre y su Padre. Para una personalidad Dios no puede ser plural. Dios es Padre para cada una de sus criaturas y es literalmente imposible para un hijo tener más de un Padre.

(640.3) 56:4.4

Dios es el Padre; el hombre es su hijo. El amor, el amor de un padre por su hijo, se torna en la verdad central de las relaciones universales del Creador con la criatura —no la justicia de un rey que busca satisfacción en el sufrimiento y en el castigo de sus súbditos malvados.

(2017.9) 188:5.1

El Padre es amor vivo, y esta vida del Padre reside en sus Hijos. Y el espíritu del Padre reside en los hijos de sus Hijos —los hombres mortales. Al fin y al cabo, la idea del Padre seguirá siendo el más alto concepto humano de Dios.

(2097.3) 196:3.35

Demostración de Dios

La existencia de Dios jamás puede probarse por experimentos científicos ni por la pura razón de la deducción lógica. Dios se puede realizar sólo en los dominios de la experiencia humana; sin embargo, el verdadero concepto de la realidad de Dios es razonable para la lógica, plausible para la filosofía, esencial para la religión, e indispensable para toda esperanza de supervivencia de la personalidad.

Los que conocen a Dios han experimentado el hecho de su presencia; tales mortales conocedores de Dios poseen en su experiencia personal la única prueba positiva de la existencia del Dios viviente la cual puede ofrecer un ser humano a otro.

(24.5) 1:2.7 

Dios es tan real y absoluto que no se pueden ofrecer signos materiales de prueba ni demostraciones de así llamados milagros como testimonio de su realidad. Siempre lo conoceremos porque confiamos en él, y nuestra creencia en él se basa totalmente en nuestra participación personal en las manifestaciones divinas de su realidad infinita.

(1119.4) 102:1.5

El contacto del hombre con la realidad objetiva más alta, Dios, es solamente a través de la experiencia puramente subjetiva de conocerlo, adorarlo y comprender la filiación con él.

(2095.5) 196:3.21

Dios es la presencia divina en la mente del hombre

No sólo existe la criatura en Dios, sino que Dios también vive en la criatura. «Sabemos que en él moramos porque vive en nosotros; nos ha dado su espíritu. El don del Padre del Paraíso es el compañero inseparable del hombre». «Es el Dios siempre presente y que lo abarca todo». «El espíritu del Padre sempiterno se oculta en la mente de todos los hijos mortales». «El hombre sale a buscar un amigo y ese mismo amigo vive dentro de su propio corazón». «El verdadero Dios no está lejos; es parte de nosotros; su espíritu habla desde dentro de nosotros». «El Padre vive en el hijo. Dios está siempre con nosotros. Es el espíritu guiador del destino eterno».

(45.1) 3:1.4

Aunque el Padre del Paraíso funciona a través de sus creadores divinos y sus hijos criaturas, disfruta también del contacto interior más íntimo con vosotros, un contacto tan sublime, tan altamente personal, que aún está más allá de mi comprensión: esa misteriosa comunión del fragmento del Padre con el alma humana y con la mente mortal en la cual mora realmente. Si sabéis lo que hacéis con estos dones de Dios, por ello mismo sabéis que el Padre está en estrecha relación, no sólo con sus asociados divinos, sino también con sus hijos mortales evolutivos del tiempo. El Padre ciertamente mora en el Paraíso, pero su divina presencia también mora en la mente de los hombres.

(139.2) 12:7.13

No dejéis que la magnitud de la infinitud, la inmensidad de la eternidad y la grandeza y gloria del carácter incomparable de Dios os sobrecojan, os hagan vacilar u os desalienten; porque el Padre no está muy lejos de ninguno de vosotros; habita dentro de vosotros, y en él todos nosotros literalmente nos movemos, realmente vivimos, y verdaderamente tenemos nuestro ser.

(139.1) 12:7.12

Dios es personal

En ausencia de Dios, y con excepción de su persona excelsa y central, no habría personalidad alguna a través de todo el vasto universo de universos. Dios es personalidad.

Pese a que Dios es un poder eterno, una presencia majestuosa, un ideal trascendente, y un espíritu glorioso, aunque es todo esto e infinitamente más, es sin embargo verdadera y eternamente una personalidad perfecta de Creador, una persona que puede «conocer y ser conocida», que puede «amar y ser amada», alguien que puede mostrarnos amistad; en tanto vosotros podéis ser conocidos, así como otros seres humanos han sido conocidos, como amigos de Dios. Él es un espíritu real y una realidad espiritual.

(28.4) 1:5.7

Dios es espíritu —personalidad del espíritu; el hombre también es un espíritu —personalidad potencial del espíritu. Jesús de Nazaret alcanzó la plena realización de este potencial de personalidad del espíritu en la experiencia humana; por lo tanto, su vida de alcanzar la voluntad del Padre llega a ser la revelación más real e ideal que tiene el hombre acerca de la personalidad de Dios. Aunque la personalidad del Padre Universal tan sólo pueda ser comprendida mediante una experiencia religiosa real, en la vida terrena de Jesús hallamos inspiración por la demostración perfecta de dicha realización y revelación de la personalidad de Dios en una experiencia verdaderamente humana.

(30.7) 1:6.8

Dios es justo

Dios es recto; por lo tanto, es justo. «El Señor es recto en todos sus caminos». « No he hecho sin causa todo lo que he hecho', dice el Señor». «Los juicios del Señor son totalmente verdaderos y justos». Las acciones y realizaciones de sus criaturas, no pueden influir la justicia del Padre Universal «porque no hay iniquidad en el Señor nuestro Dios, ni favoritismo de personas, ni aceptación de ofrendas».

«No os engañéis; no es posible mofarse de Dios, porque lo que el hombre siembra, eso también segará». Pero es verdad que, aun al cosechar con justicia el fruto de las maldades, esta justicia divina siempre está atemperada por la misericordia. La sabiduría infinita es el eterno árbitro que determina las proporciones de justicia y misericordia que se repartirán en cualquier circunstancia dada.

(36.6) 2:3.1

Sólo el discernimiento de la sabiduría infinita permite a un Dios recto ministrar justicia y misericordia al mismo tiempo y en cualquier situación en el universo. El Padre celestial nunca es perturbado por actitudes conflictivas hacia sus hijos universales; Dios nunca es víctima de antagonismos de actitud.

(38.3) 2:4.3

Dios es amoroso

Dios es intrínsecamente generoso, naturalmente compasivo, y sempiternamente misericordioso. Y no es necesario jamás que se ejerza ninguna influencia sobre el Padre para suscitar su benevolencia. La necesidad de la criatura es en sí suficiente para asegurar el pleno caudal de su tierna misericordia y de su gracia salvadora. Puesto que Dios conoce todo acerca de sus hijos, es fácil para él perdonar. Cuanto mejor comprenda el hombre a su semejante, tanto más fácil le será perdonarlo, e incluso amarlo.

(38.2) 2:4.2

«Dios es amor»; por lo tanto su actitud personal única hacia los asuntos del universo es siempre una reacción de afecto divino. El Padre nos ama lo suficiente para otorgarnos su vida. «Hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos». 

(38.6) 2:5.1

Pero el amor de Dios es un afecto paterno inteligente y previsor. El amor divino funciona en asociación unificada con la divina sabiduría y con todas las otras características infinitas de la naturaleza perfecta del Padre Universal. Dios es amor, pero el amor no es Dios.

(40.2) 2:5.10

Dios no siente furia ni celos

Dios no se vuelve nunca iracundo, vengativo ni airado. Es verdad que la prudencia refrena a menudo su amor, así como la justicia condiciona su misericordia rechazada.

Dios ama al pecador y odia el pecado: esta declaración es filosóficamente cierta, pero Dios es una personalidad trascendente, y las personas tan sólo pueden amar y odiar a otras personas. El pecado no es una persona. Dios ama al pecador porque es una realidad de personalidad (potencialmente eterna), mientras que hacia el pecado Dios no asume ninguna actitud personal, porque el pecado no es una realidad espiritual; no es personal; por lo tanto sólo la justicia de Dios toma conocimiento de su existencia. El amor de Dios salva al pecador; la ley de Dios destruye el pecado.

Frente al mundo de la personalidad, Dios se descubre como persona amante; frente al mundo espiritual, es amor personal; en la experiencia religiosa, es ambas cosas. El amor identifica la voluntad volitiva de Dios. La bondad de Dios descansa en el fondo del libre albedrío divino: la tendencia universal al amor, a mostrar misericordia, a manifestar paciencia y a ministrar el perdón.

(41.5) 2:6.7 

El Dios eterno es incapaz de cólera ni de ira en el sentido de estas emociones humanas y tal como el hombre entiende esas reacciones. Estos sentimientos son bajos y despreciables, indignos de ser llamados humanos, mucho menos divinos; y tales actitudes son absolutamente ajenas a la naturaleza perfecta y al carácter misericordioso del Padre Universal.

(57.7) 4:3.2

Dios es omnipresente

Dios está presente en todas partes; el Padre Universal rige el círculo de la eternidad. Pero él gobierna en los universos locales en las personas de sus Hijos Creadores Paradisiacos, del mismo modo que concede la vida a través de estos Hijos. «Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en sus Hijos». Estos Hijos Creadores de Dios son su expresión personal en los sectores del tiempo y para los hijos de los planetas giratorios de los universos del espacio en evolución.

(44.1) 3:0.1

La capacidad del Padre Universal de estar presente al mismo tiempo en todas partes, constituye su omnipresencia. Sólo Dios puede estar en dos lugares, en innumerables lugares, al mismo tiempo. Dios está simultáneamente presente «en el cielo de las alturas y abajo en la tierra»; como exclamó el salmista: «¿Adónde me esconderé de tu espíritu? o ¿a dónde huiré de tu presencia?»

(44.4) 3:1.1

Dios es omnipotente

El Padre Universal no es una fuerza transitoria, un poder cambiante, ni una energía fluctuante. El poder y la sabiduría del Padre son completamente adecuados para enfrentar todas y cada una de las exigencias del universo.

(47.4) 3:2.6

Dios es ilimitado en poder, divino en naturaleza, final en voluntad, infinito en atributos, eterno en sabiduría, y absoluto en realidad.

(48.6) 3:2.15

La soberanía de Dios

La soberanía de Dios es ilimitada; es el acto fundamental de toda creación. El universo no era inevitable. El universo no es un accidente, ni existe por sí mismo. El universo es una obra de creación y por lo tanto está completamente sujeto a la voluntad del Creador. La voluntad de Dios es verdad divina, amor viviente; por consiguiente las creaciones en vías de perfeccionamiento de los universos evolutivos se caracterizan por la bondad —acercamiento a la divinidad; y maldad potencial —alejamiento de la divinidad.

(52.5) 3:6.2 

No hay límites a las fuerzas y personalidades que el Padre puede utilizar para mantener su propósito y sostener a sus criaturas.

(55.2) 4:1.4

El Padre Universal no se ha retirado de la administración de los universos; él no es una Deidad inactiva. Si Dios dejara de ser el sustentador presente de toda la creación, habría inmediatamente un colapso universal. Excepto Dios, no habría tal cosa como la realidad.

(55.4) 4:1.6

Dios es inmutable

Dios es el único ser estacionario, autocontenido e inmutable en la totalidad del universo de los universos, que no tiene exterior, más allá, pasado ni futuro. Dios es energía con propósito (espíritu creador) y voluntad absoluta, y estos atributos son autoexistentes y universales.
Puesto que Dios es autoexistente, es absolutamente independiente. La identidad misma de Dios es opuesta al cambio. «Yo, el Señor, no cambio». Dios es inmutable; pero hasta que vosotros no hayáis alcanzado el estado paradisiaco, no podréis siquiera comenzar a comprender cómo Dios puede pasar de la simplicidad a la complejidad, de la identidad a la variación, de la inmovilidad al movimiento, de la infinidad a la finitud, de lo divino a lo humano, y de la unidad a la dualidad y a la triunidad. Así pues, Dios puede modificar las manifestaciones de su absolutez porque la inmutabilidad divina no implica inmovilidad; Dios tiene voluntad: él es la voluntad.
Dios es el ser de autodeterminación absoluta; no hay límites a sus reacciones en el universo salvo aquéllas que son impuestas por él mismo, y las acciones de su libre albedrío están condicionadas solamente por las cualidades divinas y los atributos perfectos que caracterizan intrínsecamente su naturaleza eterna. Por lo tanto, Dios se relaciona con el universo como el ser de bondad final y de voluntad libre de infinita creatividad.
(58.6) 4:4.1

La ley es la reacción inmutable de una mente infinita, perfecta y divina.

Dios es la garantía de la estabilidad para todas las cosas y seres creados. Él es Dios; por lo tanto no cambia.

Toda esta inmutabilidad de conducta y uniformidad de acción es personal, consciente y altamente volitiva, porque el gran Dios no es el esclavo indefenso de su propia perfección e infinidad. Dios no es una fuerza ciega y automática; no es un poder sujeto a una ley esclavizante. Dios no es ni una ecuación matemática ni una fórmula química. Es una personalidad libre y primordial. Es el Padre Universal, un ser sobrecargado de personalidad y la fuente universal de toda personalidad de las criaturas.

(137.7) 12:7.4

Dios es accesible


El Padre desea que todas sus criaturas estén en comunión personal con él. Él tiene un lugar en el Paraíso para recibir a todos los que por su estado de supervivencia y naturaleza espiritual hacen posible tal logro. Por lo tanto, asentad en vuestra filosofía ahora y para siempre: para cada uno de vosotros y para todos nosotros, Dios es accesible, el Padre es alcanzable, el camino está abierto; las fuerzas del amor divino y los medios y arbitrios de la administración divina se entrelazan para facilitar el avance de todas las inteligencias merecedoras de todos los universos hasta la presencia en el Paraíso del Padre Universal.

(63.6) 5:1.8

Dios es el destino eterno del hombre

Tarde o temprano, Dios está destinado a ser comprendido como realidad de los valores, substancia de los significados y vida de la verdad.

Dios no es sólo el determinador del destino; es el destino eterno del hombre. Todas las actividades humanas no religiosas procuran someter el universo al deformante servicio del yo; el individuo verdaderamente religioso intenta identificar el yo con el universo y luego dedicar las actividades de este yo unificado al servicio de la familia universal de sus semejantes, humanos y sobrehumanos.

(66.6) 5:4.2

La grandeza de Dios

La grandeza es sinónimo de divinidad. Dios es supremamente grande y bueno. La grandeza y la bondad sencillamente no se pueden divorciar. Son por siempre una sola cosa en Dios.

(317.2) 28:6.21

Dios no es una personalidad egocéntrica. El Padre se distribuye generosamente a su creación y a sus criaturas.

(363.8) 32:4.10

El propósito eterno de Dios

El propósito eterno del Dios eterno es un ideal altamente espiritual. Los acontecimientos del tiempo y las luchas de la existencia material no son otra cosa que el andamio transitorio que tiende un puente hacia el otro lado, hacia la tierra prometida de la realidad espiritual y la existencia celestial.

(364.4) 32:5.2

Dios es la primera verdad

Dios es la primera verdad y el último hecho; por lo tanto, toda la verdad se origina en él, mientras que todos los hechos existen en relación con él. Dios es la verdad absoluta. Como verdad, puede uno conocer a Dios, pero comprender —explicar— a Dios, para eso hay que explorar el hecho del universo de los universos.

(1125.1) 102:6.6

Para la ciencia Dios es una posibilidad, para la psicología, una cosa deseable, para la filosofía, una probabilidad, para la religión una certeza, una realidad de la experiencia religiosa.

(1125.3) 102:6.8

Dios es infalible

El Dios infinito es, como siempre, repleto y completo, infinitamente inclusivo de todas las cosas excepto el mal y la experiencia de las criaturas. Dios no puede hacer el mal; es infalible. Dios no puede conocer experiencialmente lo que nunca ha experimentado personalmente. El preconocimiento de Dios es existencial. Por lo tanto el espíritu del Padre desciende del Paraíso para participar con los mortales finitos en cada experiencia bona fide de la carrera ascendente; es tan sólo mediante este método mediante el que el Dios existencial puede volverse en verdad y en hecho el Padre experiencial del hombre.

(1185.2) 108:0.2

La imitación de Dios es la clave para la perfección; hacer su voluntad es el secreto de la sobrevivencia y de la perfección en la supervivencia.

(1221.2) 111:5.1

La experiencia de Dios

Demasiado frecuentemente los hombres olvidan que Dios es la experiencia más grande en la existencia humana. Otras experiencias están limitadas en su naturaleza y contenido, pero la experiencia de Dios no tiene límites excepto los de la capacidad de comprensión de la criatura, y esta misma experiencia es en sí misma ampliadora de la capacidad. Cuando los hombres buscan a Dios, lo buscan todo. Cuando encuentran a Dios han encontrado todo. La búsqueda de Dios es el don ilimitado de amor acompañado por descubrimientos sorprendentes de amor nuevo y aun más grande capaz de ser donado.

(1289.2) 117:6.9

Jesús enseñó un Dios de amor

Una vez que captéis la idea de Dios como Padre verdadero y amante, el único concepto que Jesús enseñó, para ser consistentes debéis de ahí en adelante, abandonar completamente todos esos conceptos primitivos sobre Dios como monarca ofendido, gobernante rígido y todopoderoso cuyo mayor deleite consiste en sorprender a sus súbditos en el error y en asegurarse de que sean castigados debidamente, a menos que otro ser casi igual a él mismo ofrezca sufrir por ellos, morir como substituto y en su lugar. Toda la idea del rescate y de la expiación es incompatible con el concepto de Dios tal como lo enseñó y ejemplificó Jesús de Nazaret. El amor infinito de Dios no es secundario a nada en la naturaleza divina.

(2017.3) 188:4.8

«El reino de Dios está dentro de vosotros» fue probablemente la declaración más magnífica que Jesús hiciera jamás, después de la afirmación de que su Padre es un espíritu vivo y amante.

(2084.4) 195:10.4

Sobre Jesús

¿Quién es Jesús?

Jesús es el lente espiritual en semejanza humana que hace visible a la criatura material a Aquél que es invisible. 

(1857.4) 169:4.13

Jesús es en verdad un salvador en el sentido de que su vida y su muerte atraen a los hombres a la bondad y a la sobrevivencia recta. Jesús ama tanto a los hombres que este amor despierta la respuesta amorosa en el corazón humano.

(2018.1) 188:5.2

Pero, una vez terminada la vida terrenal de Jesús, este nombre del Padre se había revelado de tal manera que el Maestro, que era el Padre encarnado, podía en verdad decir:
Yo soy el pan de la vida.
Yo soy el agua viva.
Yo soy la luz del mundo.
Yo soy el anhelo de todas las eras.
Yo soy la puerta abierta a la salvación eterna.
Yo soy la realidad de la vida sin fin.
Yo soy el buen pastor.
Yo soy el camino a la perfección infinita.
Yo soy la resurrección y la vida.
Yo soy el secreto de la sobrevivencia eterna.
Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Yo soy el Padre infinito de mis hijos finitos.
Yo soy la verdadera vid, vosotros sois las ramas.
Yo soy la esperanza de todos los que conocen la verdad viva.
Yo soy el puente vivo entre un mundo y otro.
Yo soy el vínculo vivo entre tiempo y eternidad.
Así pues amplió Jesús la revelación viva del nombre de Dios para todas las generaciones. Así como el amor divino revela la naturaleza de Dios, la verdad eterna revela su nombre en proporciones por siempre en expansión.
(1965.3) 182:1.9

¿Podrían decirme por qué se llama Miguel a Jesús?

Las partes I a III de El libro de Urantia cubren en detalle su pregunta, más concretamente los Documentos 21 y 33; también los Documentos 119 y 120 que preceden al Documento "Los tiempos del autootorgamiento de Miguel" le ayudarán a comprender estos conceptos. Puede leer estos documentos en línea comenzando por aquí (Documento 21, Documento 33, Documento 119, Documento 120) y puede escucharlos mientras los lee en nuestro sitio web.

Jesús había existido como persona eras antes de nacer, pero no se nos ha dado su nombre anterior. Jesús es la forma en español del nombre que José y María dieron a su bebé. Aquí en la Tierra le conocemos por las variaciones del nombre Jesús. Miguel no es su nombre, es un título para una orden de seres celestiales como ha sido dada en el idioma inglés. El nombre Miguel es atribuido a un arcángel en la Biblia, pero eso es debido a una confusión de las personalidades implicadas.

¿Cuál fue el propósito de la vida de Jesús?

He aquí algunas referencias de El libro de Urantia que responderán a su pregunta. Por favor, haga clic en los enlaces para situar la cita en su contexto:

 «Aquí abajo os he enseñado en proverbios y os he hablado en parábolas. Así lo hice, porque erais tan sólo niños en el espíritu; pero está llegando el momento en el que os hablaré claramente sobre el Padre y su reino. Y así lo haré, porque el Padre mismo os ama y desea ser revelado más plenamente a vosotros. El hombre mortal no puede ver al Padre espiritual; por eso vine yo al mundo para mostrar al Padre a vuestros ojos del ser criado. Pero cuando vosotros os hayáis perfeccionado en crecimiento espiritual, podréis ver entonces al Padre mismo».
Jesus, (1952.4) 180:6.8

Lo que el mundo necesita más que nada saber es: los hombres son hijos de Dios, y por la fe pueden en verdad realizar, y diariamente experimentar, esta verdad ennoblecedora. (2052.4) 193:0.4

Jesús fue la personalidad humana perfectamente unificada. Y hoy, como en Galilea, sigue unificando la experiencia mortal y coordinando las empresas humanas. Unifica la vida, ennoblece el carácter y simplifica la experiencia. Entra en la mente humana para elevar, transformar y transfigurar. Es literalmente verdad: «Si un hombre tiene dentro de sí a Jesús Cristo, es él una criatura nueva; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas». (1103.6) 100:7.18

Jesús no vivió su vida en la tierra como un ejemplo para que la copiaran todos los demás seres humanos. Vivió su vida en la carne mediante el mismo ministerio de misericordia que todos vosotros podéis vivir vuestras vidas en la tierra; y así como vivió su vida mortal en su día y como él era, así pues dejó un ejemplo para que todos nosotros vivamos nuestras vidas en nuestros días y como somos. No podéis aspirar a vivir su vida, pero podéis resolver queviviréis vuestra vida, así como, y por los mismos medios que él vivió la suya.

Jesús es la senda nueva y viviente que va del hombre a Dios, desde lo parcial hasta lo perfecto, de lo terrenal a lo celestial, del tiempo a la eternidad. (1425.6) 129:4.7

¿Jesús sacrificó su vida para salvar la nuestra?

A continuación tenemos tres citas del libro que creemos responderán su pregunta. La primera cita es de Jesús, mientras hablaba a los dos hermanos de Emaús, poco después de su resurrección. Las otras dos son de secciones situadas casi al final del libro, tituladas "El significado de la muerte en la cruz" y "Las lecciones de la cruz".
Mientras seguían caminando, Jesús les dijo: «¡Cuán lentos sois en comprender la verdad! Cuando me decís que estáis discutiendo las enseñanzas y las obras de este hombre, tal vez yo os pueda esclarecer, puesto que estoy más que familiarizado con estas enseñanzas. ¿Acaso no recordáis que este Jesús siempre enseñó que su reino no era de este mundo, y que todos los hombres, siendo hijos de Dios, debían encontrar la libertad y la emancipación en el regocijo espiritual de ser miembros de la hermandad del servicio amante en este nuevo reino de la verdad del amor del Padre celestial? ¿Acaso no recordáis cómo este Hijo del Hombre proclamó la salvación de Dios para todos los hombres, ministrando a los enfermos y afligidos y liberando a los que estaban encadenados por el temor y esclavisados por el mal? ¿Acaso no sabéis que este hombre de Nazaret dijo a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén, ser entregado a sus enemigos, quienes lo pondrían a muerte, y que luego resucitaría al tercer día? ¿Acaso no habéis escuchado esto? ¿Y no habéis leído nunca en las Escrituras sobre este día de salvación de judíos y gentiles, donde dice que en él todas las familias de la tierra serán benditas; que él oirá el llanto de los necesitados y salvará el alma de los pobres que lo busquen; que todas las naciones lo llamarán bendito? Que ese Libertador será como la sombra de una gran roca sobre una tierra cansada. Que alimentará al rebaño como un buen pastor, juntando a las ovejas en sus brazos y llevándolas tiernamente en su regazo. Que abrirá los ojos de los que son ciegos espiritualmente y que traerá a los prisioneros de la desesperación a la plena libertad y luz; que todos los que están sentados en las tinieblas, verán la gran luz de la salvación eterna. Que él vendará a los quebrantados de corazón, publicará libertad a los cautivos del pecado, y abrirá la prisión de los que están esclavizados por el temor y encadenados por el mal. Que confortará a los que están de luto y les otorgará el regocijo de la salvación en lugar de la pena y de la pesadumbre. Que será el deseo de todas las naciones y la felicidad eterna de los que buscan la rectitud. Que este hijo de la verdad y de la rectitud se elevará en el mundo con luz curativa y poder salvador; incluso que salvará a su pueblo de sus pecados; que realmente buscará y salvará a los que se han descarriado. Que no destruirá a los débiles sino que ministrará salvación a todos los que tienen hambre y sed de rectitud. Que los que crean en él tendrán vida eterna. Que él derramará su espíritu sobre toda la carne, y que este Espíritu de la Verdad será en cada creyente un manantial de agua, que llegará hasta la vida eterna. ¿Acaso no comprendisteis cuán grande era el evangelio del reino que os entregó este hombre? ¿No percibís acaso cuán grande es la salvación que os ha llegado?». (2035.1) 190:5.4

Una vez que captéis la idea de Dios como Padre verdadero y amante, el único concepto que Jesús enseñó, para ser consistentes debéis de ahí en adelante, abandonar completamente todos esos conceptos primitivos sobre Dios como monarca ofendido, gobernante rígido y todopoderoso cuyo mayor deleite consiste en sorprender a sus súbditos en el error y en asegurarse de que sean castigados debidamente, a menos que otro ser casi igual a él mismo ofrezca sufrir por ellos, morir como substituto y en su lugar. Toda la idea del rescate y de la expiación es incompatible con el concepto de Dios tal como lo enseñó y ejemplificó Jesús de Nazaret. El amor infinito de Dios no es secundario a nada en la naturaleza divina. (2017.3) 188:4.8

La cruz por siempre muestra que la actitud de Jesús hacia los pecadores no fue ni de condenar ni de condonar, sino más bien de salvación eterna y amante. Jesús es en verdad un salvador en el sentido de que su vida y su muerte atraen a los hombres a la bondad y a la sobrevivencia recta. Jesús ama tanto a los hombres que este amor despierta la respuesta amorosa en el corazón humano. (2018.1) 188:5.2
¿Enseña El libro de Urantia que Jesús es el Salvador?

Hay algunas citas relacionadas directamente con esta cuestión:
Aunque no sea adecuado hablar de Jesús como de uno que se sacrifica, un rescatador, o un redentor, es totalmente correcto referirse a él como un salvador. (2017.2) 188:4.7

Jesús es en verdad un salvador en el sentido de que su vida y su muerte atraen a los hombres a la bondad y a la sobrevivencia recta. Jesús ama tanto a los hombres que este amor despierta la respuesta amorosa en el corazón humano. (2018.1) 188:5.2
Según la vida de Jesús entre nosotros sirvió para iluminar el camino de la salvación, pero su muerte no fue un rescate para apaciguar a un Dios ofendido. Fue, y todavía es, su vida de servicio desinteresado y su revelación de la naturaleza verdadera y amorosa de nuestro Padre celestial la que iluminó y abrió el camino de la salvación para todos los que lo buscan sinceramente. Jesús sí nos salvó, no de Dios, sino de nuestra propia naturaleza abyecta, ignorante y egoísta.

Jesús reveló que cada persona, mediante la confianza de todo corazón en la bondad absoluta de Dios como su Padre inifnitamente amoroso, puede experimentar la segurindad interior y profundamente peersonal de su filiación como el regalo gratuito del Padre. Él una vez dijo:
Ningún niño tiene que hacer nada para ganar el estado de hijo o hija. El hijo terrestre adquiere el ser por voluntad de sus padres. De la misma manera llega el hijo de Dios a la gracia y a la nueva vida del espíritu por voluntad del Padre en el cielo. (1620.10) 144:4.3
El servicio desinteresado a los semejantes, la vida recta por Dios y la lucha por la perfección divina se convierten entonces en la suprema motivación del hombre en la vida, opuesta al clamor egoísta por la supervivencia. Jesús proporcionó una nueva manera de vivir, que consiste en la salvación del yo. La salvación (la supervivencia más allá de la muerte) es el regalo de Dios, y debe darse por supuesta por todos los que son sinceros de corazón, que buscan humildemente a Dios y desean ser como él.
Cuando los hombres creen en este evangelio, que es una revelación de la bondad de Dios, serán conducidos al arrepentimiento voluntario de todo pecado conocido. La comprensión de la filiación es incompatible con el deseo de pecar. Jesús, (1683.2) 150:5.5

¿Qué hizo Jesús desde los 12 años hasta los 30?

Hasta la aparición de El libro de Urantia, todos nos preguntábamos por los años transcurridos entre que Jesús fue encontrado en el Templo y el comienzo de su ministerio público.

Jesús vivió una vida asombrosa. Como saben, fue un Hijo Divino de Dios, encarnado en este planeta como un bebé indefenso. Era verdaderamente humano, así como verdaderamente divino, y como humano vivió el mismo tipo de vida que todos los humanos; nació, tuvo padres, tuvo compañeros de juego, fue a la escuela, aprendió a trabajar con la madera, tocó un instrumento musical, fue popular entre sus semejantes y, como joven adulto, viajó por el mundo. Fue un buen estudiante y un buen hijo; tuvo hermanos y hermanas, y se convirtió en un padre-hermano para ellos tras la repentina muerte de José, cuando Jesús tenía 15 años de edad.

Vivió un tipo de vida normal y sin pretensiones, con todos los altibajos a los que la mayoría de personas están sujetos, no de modo distinto a sus contemporáneos. Y durante esta vida física que vivió, también tuvo una rica vida interior en la que fue consciente gradualmente de quién era y cuál iba a ser su verdadera misión en este mundo, Esto es, por supuesto, lo que hacía a Jesús diferente a todos los demás - entonces y ahora-. Pues Jesús descubrió con 14 años cuál iba a ser esa misión, y quién era realmente. Después de eso, toda su vida estuvo centrada en las formas y medios de ejecutar su misión de acuerdo con la voluntad de su Padre en el Paraíso. Pero nunca abandonó su vida puramente humana, junto con todas sus responsabilidades; siempre fue fiel a los deberes que tenía como miembro de su familia, y un destacado ciudadano de su comunidad. Y, al final de esta etapa de su vida, pudo finalmente dedicarse completamente a su misión - la de proclamar públicamente la "buena nueva" de la filiación del hombre con Dios y su salvación por la fe.

Serán felices de saber que ahora pueden leer la historia completa de la vida incomparable de Jesús, que incluye todos los años perdidos, yendo a este enlace: La vida y las enseñanzas de Jesús.

Este enlace comienza con el nacimiento de Jesús en Belén. En este asombroso documento, leerán sobre los mencionados tiempos de la vida de Jesús y mucho, mucho más. Incluso los acontecimientos que conocen de la Biblia se amplían y elaboran, reformulados para estos tiempos del siglo XXI. El mensaje de la vida de Jesús es tan poderoso y tan transformador que El libro de Urantia afirma:
(2090.4) 196:1.3 De todo el conocimiento humano, el que tiene mayor valor es el conocer la vida religiosa de Jesús y como la vivió.

La vida religiosa de Jesús comenzó mucho antes de que empezara su ministerio, y espero que disfruten leyendo sobre ella en su totalidad. Hoy, como hace 2000 años, Jesús permanece como el ejemplo más elevado de ser humano que vive una vida dedicada a Dios.

En la narración de la vida de Jesús, verán que Jesús es mencionado como "Miguel" muchas veces, y para comprender esta designación, parte del conocimiento revelado que quizá quieran leer está en la siguiente sección de El libro de Urantia: El espíritu del autootorgamiento.

Sobre la ciencia

La ciencia: uno de los pilares de la civilización

Las civilizaciones no son estables, porque no son cósmicas; no son innatas en los individuos de las razas. Deben ser alimentadas por las contribuciones combinadas de los factores constitutivos del hombre —ciencia, moralidad y religión. Las civilizaciones aparecen y desaparecen, pero la ciencia, la moralidad y la religión siempre sobreviven la destrucción.
(196.1) 16:9.5

La falsa ciencia del materialismo

La falsa ciencia del materialismo sentenciaría al hombre mortal a convertirse en un paria del universo. Ese conocimiento parcial es potencialmente malo; es conocimiento compuesto del bien y del mal. La verdad es bella porque es pletórica y simétrica. Cuando el hombre busca la verdad, aspira a la realidad divina.

(42.5) 2:7.4

...Vuestra ciencia está empeñada en una contienda a través de las edades entre la verdad y el error, mientras lucha por liberarse de la servidumbre de la abstracción, la esclavitud de las matemáticas y la relativa ceguera del materialismo mecanicista.

(141.6) 12:9.5

Si el discernimiento moral y el alcance espiritual de la humanidad no aumentan proporcionalmente, el avance ilimitado de una cultura puramente materialista puede llegar a ser finalmente una amenaza para la civilización. Una ciencia puramente materialista alberga dentro de sí la simiente potencial de la destrucción de toda aspiración científica, porque esta actitud misma presagia el colapso final de una civilización que ha abandonado su sentido de los valores morales y ha repudiado su meta espiritual del logro.

Jesús, (1457.2) 132:1.3

Dios en la ciencia

En la ciencia, Dios es la Primera Causa; en la religión, el Padre universal y amante; en la filosofía, el único ser que existe por sí mismo, que no depende de ningún otro ser para existir, sino que magnánimamente les confiere realidad de existencia a todas las cosas y todos los otros seres. Pero hace falta la revelación para mostrar que la Primera Causa de la ciencia y la Unidad autoexistente de la filosofía son el Dios de la religión, pleno de misericordia y bondad y comprometido a realizar la eterna supervivencia de sus hijos en la tierra.

(59.3) 4:4.7

La ciencia es una experiencia cuantitativa, la religión una experiencia cualitativa, en lo que se refiere a la vida del hombre en la tierra. La ciencia se ocupa de los fenómenos; la religión, de los orígenes, valores y metas. Asignarcausas como explicación de los fenómenos físicos equivale a confesar ignorancia de los factores últimos y por fin tan sólo conduce al científico directamente de vuelta a la primera gran causa: el Padre Universal del Paraíso.

(2077.1) 195:6.5

Los hechos de la ciencia

La entera ciencia de las matemáticas, el completo dominio de la filosofía, lo más elevado de la física o la química, no pueden predecir ni conocer que la unión de dos átomos gaseosos de hidrógeno con un átomo gaseoso de oxígeno daría lugar a una substancia nueva y cualitativamente superaditiva: el agua líquida. El conocimiento comprensivo de este fenómeno singular físicoquímico debería por sí solo haber prevenido el desarrollo de la filosofía materialista y de la cosmología mecanicista.

(141.4) 12:9.3

La ciencia se vuelve el dominio del pensamiento de las matemáticas, de la energía y de lo material del tiempo en el espacio.

(1139.4) 103:7.12

La materia-energía se reconocen por la lógica matemática de los sentidos; la mente-razón intuitivamente conoce su deber moral; la fe-espíritu (la adoración) es la religión de la realidad de la experiencia espiritual. Estos tres factores básicos en el pensamiento reflexivo pueden unificarse y coordinarse en el desarrollo de la personalidad, o se pueden volver desproporcionados y virtualmente no relacionados en sus funciones respectivas. Pero cuando se unifican, producen un carácter fuerte que consiste en la correlación de una ciencia factual, una filosofía moral, y una experiencia religiosa genuina. Y son estas tres intuiciones cósmicas las que prestan validez objetiva, realidad, a la experiencia humana en y con las cosas, los significados y los valores.

(192.6) 16:6.10

La filosofía del universo no puede basarse en las observaciones de la así llamada ciencia. Si un científico no pudiese observar la metamorfosis, se inclinaría a negar la posibilidad de que la mariposa se desarrolle a partir de la oruga.

(480.2) 42:9.4

Desde la perspectiva mundial, la sobrepoblación no ha sido nunca un problema grave en el pasado, pero si disminuyen las guerras y la ciencia va controlando en creciente escala todas las enfermedades humanas, puede llegar a ser un grave problema en un futuro próximo. En tal momento se someterá a prueba la sabiduría de los mandatarios del mundo.

(770.8) 68:6.11

La despersonalización de los así llamados fenómenos naturales ha llevado edades, y aún no está completa. Pero la búsqueda franca, honesta y sin temor de las causas verdaderas dio origen a la ciencia moderna: tornó la astrología en astronomía, la alquimia en química, y la magia en medicina.

(901.12) 81:2.9

El conocimiento es poder. La invención precede siempre a la aceleración del desarrollo cultural en escala mundial. La ciencia y la invención se beneficiaron por sobre todas las cosas de la imprenta, y la interacción de todas estas actividades culturales e inventivas ha acelerado enormemente el ritmo del avance cultural.

La ciencia enseña al hombre a hablar el nuevo lenguaje de las matemáticas y adiestra sus pensamientos sobre líneas de precisión cada vez más exacta. Y la ciencia también estabiliza a la filosofía a través de la eliminación del error, mientras que purifica la religión en destruir la superstición.

(907.7) 81:6.10

La ciencia, guiada por la sabiduría, puede tornarse el gran liberador social del hombre. La edad mecánica tan sólo resultará desastrosa en una nación cuyo nivel intelectual sea demasiado bajo para descubrir los métodos sabios y las técnicas sólidas de ajuste satisfactorio a las dificultades de transición inherentes al desempleo repentino de grandes números de personas como consecuencia de la invención excesivamente acelerada de nuevos tipos de maquinaria que ahorra trabajo.

(909.3) 81:6.22

Los objetos de la ciencia son idénticos a los de la magia. La humanidad está progresando de la magia a la ciencia, no mediante la meditación y el razonamiento, sino más bien a través de una larga experiencia, gradual y dolorosamente. El hombre está llegando lentamente a la verdad, comenzando desde el error, progresando en el error, y finalmente aproximándose al umbral de la verdad. Sólo con la llegada del método científico ha empezado a mirar hacia adelante. Pero el hombre primitivo tenía que experimentar o perecer.

(970.10) 88:4.5

Gradualmente la ciencia está eliminando de la vida el elemento del juego de azar. Pero si los métodos modernos de educación fracasan, habrá una reversión casi inmediata a las creencias primitivas en la magia. Estas supersticiones aún habitan la mente de muchos pueblos así llamados civilizados.

La magia antigua fue el capullo de la ciencia moderna, indispensable en su tiempo pero ya no útil. Así los fantasmas de la superstición ignorante agitaron las mentes primitivas de los hombres hasta que pudieran nacer los conceptos de la ciencia. Hoy en día, Urantia está en los albores de su evolución intelectual. Una mitad del mundo busca ansiosamente la luz de la verdad y los hechos del descubrimiento científico, mientras que la otra mitad languidece en los brazos de la superstición antigua y de la magia sólo ligeramente disfrazada.

(972.7) 88:6.7

La ciencia (el conocimiento) se funda en la suposición inherente (espíritu ayudante) de que la razón es válida, de que el universo puede ser comprendido.

(1141.6) 103:9.8

¿Qué es la evolución?

"...la evolución —en Urantia y en otras partes— siempre entraña un propósito y no es nunca fortuito."

(730.7) 65:0.7

La evolución es la regla del desarrollo humano, pero el progreso mismo varía grandemente en los distintos mundos.

(560.3) 49:1.4

El proceso de la evolución planetaria es ordenado y controlado. El desarrollo de organismos más elevados a partir de las agrupaciones más bajas de vida no es accidental.

(560.6) 49:1.7

Muchas características de la vida humana ofrecen abundantes pruebas de que el fenómeno de la existencia mortal se planeó con inteligencia, y de que la evolución orgánica no es una mera casualidad cósmica.

(735.2) 65:4.3

El proceso de la evolución sigue progresando activamente por adaptaciones en este planeta.

(737.5) 65:6.5

El hecho de evolución no es un descubrimiento moderno, los antiguos comprendían el carácter lento y evolucionario del progreso humano.

(837.4) 74:8.5

La evolución puede ser lenta, pero es enormemente eficaz.

(900.5) 81:1.3

La evolución es una técnica cósmica de crecimiento.

(1097.4) 100:3.7

La evolución orgánica es un hecho; la evolución progresiva o deliberada es una verdad que presta sustancia a los fenómenos por otra parte contradictorios de los logros constantemente ascendentes de la evolución.

(1125.5) 102:6.10

...evolución... es creatividad en el tiempo.

(1159.5) 105:6.5

No os desalentéis; la evolución humana sigue progresando, y la revelación de Dios al mundo, en Jesús y por Jesús, no fracasará.

(2097.1) 196:3.33

La evolución orgánica es un hecho; la evolución progresiva o deliberada es una verdad que presta sustancia a los fenómenos por otra parte contradictorios de los logros constantemente ascendentes de la evolución. Cuanto más alto progrese un científico en su ciencia de elección, más abandonará las teorías del hecho materialista en favor de la verdad cósmica del dominio de la Mente Suprema. El materialismo abarata la vida humana; el evangelio de Jesús la enaltece enormemente y exalta excelsamente a todo mortal. La existencia mortal debe ser visualizada como formada de la seductora y fascinante experiencia de la realización de la realidad del encuentro del anhelo humano tendido hacia arriba con la mano salvadora y divina tendida hacia abajo.

(1125.5) 102:6.10

¿Qué es la cosmología?

Ciencia material y cosmología

La matemática, ciencia material, es indispensable para la discusión inteligente de los aspectos materiales del universo, pero tal conocimiento no es necesariamente parte de la comprensión más elevada de la verdad ni de la apreciación personal de las realidades espirituales. No sólo en los ámbitos de la vida, sino también en el mundo de la energía física, la suma de dos o más cosas es muy a menudo algo más que o diferente de las consecuencias previsibles de la adición de tales uniones.

(141.4) 12:9.3

Cosmología en las esferas de luz y vida

Las disposiciones para el deporte competitivo, el humor, y otras fases del logro personal y de grupo son amplias y apropiadas. Un rasgo especial de las actividades competitivas en tal mundo altamente cultural se refiere a los esfuerzos de individuos y grupos por sobresalir en las ciencias y filosofías de la cosmología. Florecen la literatura y la oratoria, y el idioma tanto ha mejorado como para ser simbólico de conceptos así como también expresivo de ideas. La vida es refrescantemente sencilla; el hombre por fin ha coordinado un elevado estado de desarrollo mecánico con un logro intelectual inspirador y ha dominado ambos en un exquisito logro espiritual. La búsqueda de la felicidad es una experiencia de regocijo y satisfacción.

(630.3) 55:5.6

Belleza y cosmología

Tal vez comprendéis algo de la filosofía, y la divinidad la comprendéis en la adoración, el servicio social, y la experiencia espiritual personal, pero la búsqueda de la belleza —cosmología— demasiado frecuentemente la limitáis al estudio de los burdos esfuerzos artísticos del hombre. La belleza, el arte, es en gran parte asunto de unificación de contrastes. La variedad es esencial para el concepto de la belleza. La belleza suprema, la cumbre del arte finito, es el drama de la unificación de la vastedad de los extremos cósmicos de Creador y criatura. El hombre en vías de encontrar a Dios y Dios en vías de encontrar al hombre — la criatura que se vuelve perfecta como su Creador— ése es el logro excelso de lo supremamente bello, el logro de la cúspide del arte cósmico.

(646.4) 56:10.3

Sensibilidad ética. A través de la realización de la verdad, la apreciación de la belleza conduce al sentido de la idoneidad eterna de aquellas cosas que lindan con el reconocimiento de la verdad divina en las relaciones de la Deidad con todos los seres; y de este modo aun la cosmología conduce a la búsqueda de los valores divinos de la realidad —a la conciencia de Dios.

(646.9) 56:10.8

Los mundos interior y exterior tienen un esquema de valores distinto. Cualquier civilización se encuentra en peligro si tres cuartos de su juventud se dedican a profesiones materialistas y al perseguimiento de las actividades sensoriales del mundo exterior. La civilización corre peligro cuando la juventud deja de interesarse en la ética, la sociología, la eugenesia, la filosofía, las artes, la religión y la cosmología.

(1220.3) 111:4.4

Religión y cosmología

Aunque la religión no sea el producto de las especulaciones racionalistas de una cosmología material, es, sin embargo, la creación de un discernimiento interior totalmente racional que se origina en la experiencia mental del hombre.

(1105.2) 101:1.5

La religión es tan vital que persiste en ausencia de la erudición. Vive a pesar de su contaminación con cosmologías erróneas y filosofías falsas; sobrevive aun a la confusión de la metafísica. A través de todas las vicisitudes históricas de la religión y en ellas siempre persiste aquello que es indispensable para el progreso y la supervivencia humanos: la conciencia ética y moral.

(1107.8) 101:3.1

La Revelación Urantia y la cosmología

Puesto que vuestro mundo es en general ignorante de los orígenes, aun de los orígenes físicos, de vez en cuando nos ha parecido sabio proveer instrucción en cosmología. Y siempre esto ha producido problemas para el futuro. Las leyes de la revelación nos frenan considerablemente, debido a la prohibición de impartir conocimiento no ganado o prematuro. Toda cosmología presentada como parte de la religión revelada está destinada a ser superada en un período muy corto. Por lo tanto, los estudiantes futuros de tal revelación están tentados a descartar todo elemento de verdad religiosa genuina que pueda contener, debido a que descubren errores frente a las cosmologías asociadas que allí se presentan.

La humanidad debe comprender que nosotros, quienes participamos en la revelación de la verdad, estamos limitados muy rigurosamente por las instrucciones de nuestros superiores. No tenemos libertad para anticipar los descubrimientos científicos de mil años. Los reveladores deben actuar de acuerdo con las instrucciones que forman parte del mandato de revelación. No vemos forma alguna de superar dicha dificultad, ni ahora ni en un tiempo futuro. Bien sabemos que, mientras los hechos históricos y las verdades religiosas de esta serie de presentaciones reveladoras permanecerán en los registros de las eras venideras, dentro de pocos años muchas de nuestras declaraciones sobre las ciencias físicas necesitarán una revisión como consecuencia de desarrollos científicos adicionales y de nuevos descubrimientos. Estos nuevos desarrollos los anticipamos desde ya, pero se nos prohíbe incluir tales hechos aún no descubiertos por la humanidad en nuestros registros revelatorios. Aclaremos que las revelaciones no son necesariamente inspiradas. La cosmología de estas revelaciones no es inspirada. Está limitada por el permiso que tenemos para la coordinación y selección del conocimiento actual. Aunque el discernimiento divino o espiritual sea un don, la sabiduría humana debe evolucionar.

(1109.2) 101:4.1

La verdad puede ser tan sólo relativamente inspirada, aunque la revelación es invariablemente un fenómeno espiritual. Aunque las declaraciones referentes a la cosmología no son jamás inspiradas, esas revelaciones son de inmenso valor en cuanto por lo menos aclaran transitoriamente el conocimiento mediante:

  1. La reducción de la confusión por la eliminación experta del error.
  2. La coordinación de hechos y observaciones conocidos o a punto de ser conocidos.
  3. La restitución de fragmentos importantes de conocimiento perdido relativo a transacciones de época en el pasado distante.
  4. El abastecimiento de información que llene lagunas vitales en el conocimiento por otra parte ya ganado.
  5. La presentación de datos cósmicos en una forma tal que ilumine las enseñanzas espirituales contenidas en la revelación acompañante.

(1109.6) 101:4.5

Debido al aislamiento de la rebelión, la revelación de la verdad en Urantia demasiado a menudo se ha mezclado con declaraciones de ciertas cosmologías parciales y transitorias. La verdad permanece inalterada de generación en generación, pero las enseñanzas asociadas sobre el mundo físico varían de día a día y de año en año. La verdad eterna no debe ser despreciada porque se la encuentre al azar junto a ideas obsoletas sobre el mundo material. Cuanta más sepas de ciencia, menos podrás estar seguro; cuanta más religión tengas, más seguro estarás.

Sobre la religión

¿Hay solo una única religión?

Hay muchas, muchas religiones activas en Urantia. Muchas de ellas afirman ser "la única religión verdadera", pero eso no tiene mucho sentido, ¿verdad? No pueden ser las únicas religiones verdaderas, pero aún así todas tienen su valor. De El libro de Urantia:
Las muchas religiones de Urantia son todas buenas en cuanto llevan al hombre hacia Dios y traen la comprensión del Padre al hombre. Es un error para cualquier grupo de religiosos concebir que su credo sea La Verdad; esa actitud habla más de arrogancia teológica que de certidumbre en la fe. No existe religión en Urantia que no pudiera aprovechar el estudio y asimilar lo mejor de las verdades contenidas en cada una de las otras fes, porque todas contienen verdades. Los religiosos harían mejor en pedir prestado lo mejor de la fe espiritual viva de sus vecinos en vez de denunciar lo peor en las supersticiones y los ritos desgastados. (1012.4) 92:7.3

La religión institucional no puede proporcionar inspiración ni proveer liderazgo en esta próxima reconstrucción social mundial y reorganización económica porque desafortunadamente se ha vuelto más o menos parte orgánica del orden social y del sistema económico que está destinado a ser reconstruido. Sólo la verdadera religión de la experiencia espiritual personal puede asistir y creativamente ayudar en la presente crisis de la civilización. (1087.4) 99:2.1
Jesús enseñó:
"Todos los profetas os han enseñado que Yahvé ama a su pueblo, que Dios ama a Israel. Pero yo he venido entre vosotros para proclamar una verdad aun más grande, una verdad que muchos de los últimos profetas también alcanzaron a comprender, o sea, que Dios os ama —a cada uno de vosotros— como individuos. Durante todas estas generaciones habéis vosotros tenido una religión nacional o racial; yo he venido ahora para daros una religión personal."
Jesús, (1629.5) 145:2.4

Una vez leído el libro, ¿tengo que dejar de practicar una religión que no se ajusta a las enseñanzas?

Quizá recuerde en su lectura del Documento 141, Sección 5 (1591.6) 141:5.1, titulada "Unidad espiritual", que Jesús proclamó la libertad espiritual a través de la unidad, no de la uniformidad. Él insistió en que no es necesario o incluso posible que todos deban ver, sentir o pensar lo mismo.

Aunque es cierto que las enseñanzas de El libro de Urantia no se adscriben a ninguna religión en concreto, sí que demuestran que una visión ampliada de la verdad jamás alejaría a una persona de su propia y única herencia religiosa. Los estudiantes de El libro de Urantia participan en todas las religiones principales. La mayoría les dirían que estudiar las enseñanzas de Urantia ha ampliado su experiencia religiosa en sus iglesias, templos y sinagogas. El libro enseña que "Dios no hace acepción de personas en lo material o en lo espiritual". De ahí se sigue que el Padre no hace acepción de ninguna institución humana o religión; todas contienen algo de verdad.

Nuestra recomendación sería que abrazara su religión con un nuevo sentido de vigor, aprecio y dedicación; que acepte lo mejor de sus enseñanzas y no se preocupe por el resto. Toda enseñanza religiosa que no se basa en la realidad acabará por desvanecerse.

¿Qué es la oración?

Aparte de todo lo que es superyo en la experiencia de orar, debe recordarse que la oración ética es una forma espléndida de elevar al propio yo y reforzar al ego para una mejor vida y un logro más elevado. La oración induce al ego humano a mirar a los dos lados para conseguir ayuda: ayuda material de la reserva subconsciente de experiencia mortal, inspiración y guía a los límites superconscientes de contacto de lo material con lo espiritual... 
(997.3) 91:3.5

La oración no debe prostituirse nunca tanto hasta el punto de volverse un sustituto de la acción. Toda oración ética es un estímulo a la acción y la guía a la lucha progresiva por obtener los fines idealistas del logro del superyo.

(997.7) 91:4.2

La oración de tipo altruista fortalece y consuela, la oración materialista está destinada a atraer desilusión y desencanto a medida que los descubrimientos de la ciencia en avance demuestran que el hombre vive en un universo físico de ley y orden.

La verdadera oración de fe siempre contribuye al mejoramiento de la técnica del vivir, aun cuando las solicitudes no sean merecedoras del reconocimiento espiritual.

(998.2) 91:4.4

La oración, aun como práctica puramente humana, un diálogo con el propio otro yo, constituye una técnica del acercamiento más eficiente a la realización de aquellos poderes de reserva de la naturaleza humana que están almacenados y conservados en los dominios inconscientes de la mente humana.

(999.7) 91:6.4

 La oración no es una técnica de escape de los conflictos sino más bien un estímulo para crecer al enfrentarse al conflicto mismo. Ora tan sólo por valores, no por cosas; por crecimiento, no por gratificación.

(1002.5) 91:8.13

La oración tiene el objeto de hacer que el hombre piense menos pero que comprenda más; no está hecha para aumentar el conocimiento, sino más bien para ampliar el discernimiento.

(1616.6) 143:7.4

La oración dictada por el espíritu, conduce al progreso espiritual cooperativo. La oración ideal es una forma de comunión espiritual que conduce a la adoración inteligente. La oración verdadera es la actitud sincera en pos de los cielos para alcanzar vuestros ideales.

(1618.6) 144:2.2

La repetición sincera y honesta de una súplica, cuando esta oración es la expresión sincera de un hijo de Dios y es pronunciada con fe, aunque desatinada o imposible de responder directamente, siempre servirá para expandir la capacidad de recepción espiritual del alma.

La oración es el antídoto contra la introspección nociva.

La oración es una parte del plan divino para transformar lo que es en lo que debería ser.

(1621.1) 144:4.2

¿Qué es la adoración?

La verdadera adoración religiosa no es un fútil monólogo de autodecepción. La adoración es comunión personal con lo que es divinamente real, con lo que es la fuente misma de la realidad. El hombre aspira a adorar para ser mejor, y de este modo por fin alcanza lo óptimo.

(2095.6) 196:3.22

Adoramos a Dios, primero, porque él es, luego, porque él está en nosotros, y por último, porque nosotros estamos en él.

(196.10) 16:9.14

El hombre no puede jamás decidir sabiamente sobre los asuntos temporales ni trascender el egoísmo de los intereses personales a menos que medite en presencia de la soberanía de Dios y tome en cuenta las realidades de los significados divinos y de los valores espirituales.

(1093.2) 99:7.4

La meditación pone en contacto la mente con el espíritu. El reposo determina la capacidad para la receptividad espiritual. Este intercambio de fuerza en vez de debilidad, valor en vez de temor, voluntad de Dios en vez de mente humana, constituye la adoración.

(1777.2) 160:3.1

La adoración es el regocijo más elevado de la existencia en el Paraíso; es el recreo refrescante del Paraíso.

(304.3) 27:7.5

Uno de los grandes problemas de la vida moderna es que el hombre piensa que está demasiado ocupado para encontrar tiempo para la meditación espiritual y la devoción religiosa.

(2077.3) 195:6.7

¿Y qué hay del pecado y el mal?

«El mal es la transgresión inconsciente o sin intención de la ley divina, la voluntad del Padre. El mal es, del mismo modo, la medida de la imperfección de la obediencia a la voluntad del Padre.
«El pecado es la transgresión consciente, conocedora y deliberada de la ley divina, la voluntad del Padre. El pecado es la medida de la renuencia a la guía divina y a la dirección espiritual.
«La iniquidad es la transgresión voluntaria, decidida y persistente de la ley divina, la voluntad del Padre. La iniquidad es la medida del rechazo constante del plan amante del Padre para la supervivencia de la personalidad y del ministerio misericordioso de los Hijos para la salvación.
«Por naturaleza, antes del renacimiento del espíritu, el hombre mortal está sujeto a inherentes tendencias perversas pero estas imperfecciones naturales de conducta no constituyen ni pecado ni iniquidad. El hombre mortal recién empieza su larga ascensión hacia la perfección del Padre en el Paraíso. El que uno es imperfecto o parcial en lo que la naturaleza le otorgó, no es pecaminoso. El hombre está en verdad sujeto al mal, pero no es en ningún sentido hijo del diablo, a menos que escoja a sabiendas y deliberadamente los caminos del pecado y una vida de iniquidad. El mal es inherente al orden natural de este mundo, pero el pecado es una actitud de rebelión consciente que fue traída a este mundo por los que cayeron de la luz espiritual a las profundísimas tinieblas.

«Pero, hijo mío, debes saber que el Padre no aflige a sus hijos deliberadamente. El hombre desencadena sobre sí mismo aflicción innecesaria como resultado de su negación persistente a marchar en los buenos caminos de la voluntad divina. La aflicción está en potencia en el mal, pero buena parte de ella se produce por el pecado y la iniquidad. Muchos acontecimientos inusitados han acaecido en este mundo, y no es raro que todos los hombres pensadores se preocupen por el espectáculo que presencian de sufrimiento y aflicción. Pero puedes estar seguro de una cosa: el Padre no envía aflicción como castigo arbitrario de la fechoría. Las imperfecciones y desgracias del mal son inherentes; los castigos del pecado son inevitables; las consecuencias destructoras de la iniquidad son inexorables. El hombre no debe culpa a Dios por las aflicciones que son el resultado natural de la vida que él elige vivir; tampoco debe el hombre quejarse de esas experiencias que son parte de la vida tal como se la vive en este mundo. Es la voluntad del Padre que el hombre mortal trabaje con perseverancia y firmemente hacia el mejoramiento de su condición en la tierra. La aplicación inteligente permitirá al hombre sobreponerse a buena parte de su miseria en la tierra.

Jesús, (1660.2) 148:4.3

El problema del libre albedrío

Éste es el problema: si el hombre que goza de libre albedrío está dotado de poderes de creatividad en su fuero interior, debemos reconocer entonces que la creatividad de libre albedrío comprende el potencial de la destructividad por el libre albedrío. Y cuando la creatividad se torna destructividad, os enfrentáis con la devastación del mal y del pecado: la opresión, la guerra y la destrucción. El mal es una parcialidad de la creatividad que tiende hacia la desintegración y destrucción final. Todo conflicto es malo en cuanto inhibe la función creadora de la vida interior —es una especie de guerra civil en la personalidad.

(1220.10) 111:4.11

La posibilidad de un juicio erróneo (el mal) se convierte en pecado sólo cuando la voluntad humana apoya conscientemente y adopta a sabiendas un juicio deliberadamente inmoral.

(52.1) 3:5.15

Hay muchas maneras de considerar el pecado; pero desde el punto de vista filosófico del universo, el pecado es la actitud de una personalidad que deliberadamente resiste la realidad cósmica. Se puede considerar el error como un concepto erróneo o una deformación de la realidad. La maldad es una realización parcial de las realidades del universo o una falta de adaptación a ellas. Pero el pecado es una resistencia intencional a la realidad divina —el optar conscientemente oponerse al progreso espiritual— en tanto que la iniquidad consiste en desafiar abierta y persistentemente la realidad reconocida y supone tal grado de desintegración de la personalidad que raya en la locura cósmica.

(754.5) 67:1.4

El problema del pecado no es autoexistente en el mundo finito. El hecho de la finitez no es malo ni pecaminoso. Un Creador infinito hizo al mundo finito —es la obra de sus Hijos divinos— y por lo tanto debe ser bueno. Es el mal uso, la distorsión y la perversión de lo finito lo que da origen al mal y al pecado.

(1222.2) 111:6.3

El bien es la ejecución del designio divino; el pecado es una transgresión deliberada de la voluntad divina; el mal es la mala adaptación de los designios y el mal ajuste de las técnicas que resultan en la discordia universal y la confusión planetaria.

(842.5) 75:4.3

Hace falta carácter magnánime y noble para retomar el camino recto después de haber empezado mal. Muchas veces la mente tiende a justificar el seguir por el camino del error después de entrar en él.

(1981.6) 184:2.12

¿Qué es el Reino de los Cielos?

Las llaves del reino de los cielos son: sinceridad, más sinceridad, y más sinceridad. Todos los hombres poseen estas llaves. Los hombres las usan —avanzan en estado espiritual— mediante decisiones, más decisiones y más decisiones. La elección moral más elevada es la elección del valor más alto posible, y siempre —en cualquier esfera, en todas ellas— eso consiste en elegir hacer la voluntad de Dios. Si el hombre así hace esa selección, es grande, aunque sea el ciudadano más humilde de Jerusem o aun el más bajo de los mortales en Urantia.

(435.7) 39:4.14

Lo que Jesús enseñó

«Pero no os engañéis por los que vienen diciéndoos que aquí está el reino o que allí está el reino, porque el reino de mi Padre nada tiene que ver con cosas visibles y materiales. Y este reino ya está entre vosotros, porque donde el espíritu de Dios enseña y dirige al alma del hombre, allí en realidad está el reino del cielo. Y este reino de Dios es rectitud, paz y gozo en el Espíritu Santo.

Jesús, (1536.6) 137:8.9

«Y este reino que os declaro no es un gobierno de poder y abundancia. El reino del cielo no es asunto de comida y bebida sino más bien de una vida de rectitud progresiva y de creciente gozo en el servicio perfeccionador de mi Padre que está en el cielo. Porque no ha dicho acaso el Padre de sus hijos del mundo: `es mi voluntad que lleguéis a ser perfectos, así como yo soy perfecto'.

Jesús, (1536.10) 137:8.13

«La entrada en el reino del Padre no aguarda los ejércitos que marchan, el derrocamiento de los reinos de este mundo, ni el quebrantamiento del yugo de los cautivos. El reino del cielo está cerca, y todo el que entrare ahí encontrará libertad abundante y salvación dichosa.

Jesús, (1537.2) 137:8.15

Parábolas sobre el Reino

Después de algunas preguntas de la multitud, Jesús dijo otra parábola: «El reino del cielo es como una semilla de mostaza que un hombre sembró en su campo. La semilla de mostaza es por cierto, la más pequeña de todas las semillas; pero cuando crece, se hace la más grande de todas las hierbas y llega a ser como un árbol, tan grande que las aves del cielo van y reposan en sus ramas».

Jesús, (1693.8) 151:4.2

«El reino del cielo también es como la levadura que una mujer tomó y mezcló en tres medidas de harina para que de este modo se fermente toda la masa».

Jesús, (1694.1) 151:4.3

«El reino del cielo también es como un tesoro escondido en un terreno, que un hombre descubre. En su regocijo va y vende todo lo que tiene para así poder comprar ese terreno».

Jesús, (1694.2) 151:4.4

«El reino del cielo es también como un comerciante que anda buscando perlas finas; y habiendo encontrado una perla de gran valor, va y vende todo lo que tiene para poder comprar esa perla extraordinaria».

Jesús, (1694.3) 151:4.5

«También, el reino del cielo es como una red que se echa al mar y recoge toda clase de pez. Cuando la red se llena, los pescadores la sacan a la playa, y allí se sientan a escoger el pescado; guardan los buenos en vasijas, y arrojan los malos».

Jesús, (1694.4) 151:4.6

Sobre la filosofía

Dios y la filosofía

La existencia de Dios jamás puede probarse por experimentos científicos ni por la pura razón de la deducción lógica. Dios se puede realizar sólo en los dominios de la experiencia humana; sin embargo, el verdadero concepto de la realidad de Dios es razonable para la lógica, plausible para la filosofía, esencial para la religión, e indispensable para toda esperanza de supervivencia de la personalidad.

(24.5) 1:2.7

Dios es para la ciencia una causa; para la filosofía, una idea; para la religión, una persona, incluso el amante Padre celestial.

(30.1) 1:6.2

Toda filosofía religiosa, tarde o temprano, llega al concepto de la ley unificada del universo, de un solo Dios.

(53.1) 3:6.3

La verdad es un factor en la filosofía del universo

Los hechos físicos son relativamente uniformes, pero la verdad es un factor viviente y flexible en la filosofía del universo. 

(42.3) 2:7.2

La verdad es la base de la ciencia y la filosofía, y ofrece el cimiento intelectual para la religión. La belleza patrocina el arte, la música y los ritmos significativos de toda experiencia humana. La bondad comprende el sentido de la ética, moralidad y religión —hambre de perfección experiencial.

(647.1) 56:10.10

La religión moderna

La moralidad aislada y exagerada de la religión moderna, que no consigue retener la devoción y la lealtad de muchos hombres del siglo veinte, se rehabilitaría si, además de sus mandatos morales, prestara igual consideración a las verdades de la ciencia, la filosofía y la experiencia espiritual, y a las bellezas de la creación física, al encanto del arte intelectual y a la magnificencia de una auténtica realización del carácter.

El desafío religioso de esta era pertenece a aquellos hombres y mujeres visionarios, progresistas y con discernimiento espiritual que se atrevan a construir una nueva y atrayente filosofía de la vida a partir de los ampliados y exquisitamente integrados conceptos modernos de verdad cósmica, belleza universal y bondad divina. Tal visión nueva y recta de la moralidad atraerá todo lo que es bueno en la mente del hombre y estimulará todo lo mejor del alma humana. La verdad, la belleza y la bondad son realidades divinas, y a medida que el hombre asciende la escala de vivir espiritualmente, estas cualidades supremas del Eterno se hacen cada vez más coordinadas y unificadas en Dios, que es amor.

(43.2) 2:7.9

Vuestra religión se está tornando real, porque está brotando de la esclavitud del temor y de la servidumbre de la superstición. Vuestra filosofía lucha por emanciparse del dogma y de la tradición. Vuestra ciencia está empeñada en una contienda a través de las edades entre la verdad y el error, mientras lucha por liberarse de la servidumbre de la abstracción, la esclavitud de las matemáticas y la relativa ceguera del materialismo mecanicista.

(141.6) 12:9.5

Cuando la religión se despoja de un Dios personal, sus oraciones se traducen en niveles de teología y filosofía.

(996.3) 91:2.5

La religión no puede volverse nunca un hecho científico. La filosofía sí puede descansar sobre una base científica, pero la religión seguirá por siempre evolucionaria o revelatoria o una combinación posible de ambas, tal como ocurre en el mundo de hoy día.

(1012.2) 92:7.1

Las religiones han perdurado largamente sin apoyo filosófico, pero pocas filosofías, como tales, han persistido por mucho tiempo, sin identificarse de alguna manera con una religión. La filosofía es para la religión como el concepto es para la acción. Pero el estado ideal humano es aquel en que la filosofía, la religión y la ciencia se combinan en una unidad significativa mediante la acción conjunta de la sabiduría, la fe y la experiencia.

(1080.2) 98:2.12

La revelación ilumina a la filosofía

En la ciencia, Dios es la Primera Causa; en la religión, el Padre universal y amante; en la filosofía, el único ser que existe por sí mismo, que no depende de ningún otro ser para existir, sino que magnánimamente les confiere realidad de existencia a todas las cosas y todos los otros seres. Pero hace falta la revelación para mostrar que la Primera Causa de la ciencia y la Unidad autoexistente de la filosofía son el Dios de la religión, pleno de misericordia y bondad y comprometido a realizar la eterna supervivencia de sus hijos en la tierra.

(59.3) 4:4.7

Una filosofía indigna

La idea bárbara de apaciguar a un Dios airado, de propiciar a un Señor ofendido, de ganar el favor de la Deidad mediante sacrificios y penitencias e incluso por el derramamiento de sangre, representa una religión completamente pueril y primitiva, una filosofía indigna de una época esclarecida de ciencia y verdad. Tales creencias son absolutamente repulsivas a los seres celestiales y a los mandatarios divinos que sirven y reinan en los universos. Es una afrenta a Dios creer, sostener o enseñar que debe derramarse sangre inocente a fin de ganar su favor o conjurar la ficticia ira divina.

(60.3) 4:5.4

Las actividades mediadoras del arte y la filosofía

Los dominios de la filosofía y el arte, están entre las actividades no religiosas y las actividades religiosas del ser humano. A través del arte y la filosofía el hombre de mente material es inducido a la contemplación de las realidades espirituales y los valores universales de significado eterno.

(67.2) 5:4.4

El arte resulta del intento del hombre de escapar a la falta de belleza en su medio ambiente material; es un gesto hacia el nivel morontial. La ciencia es el esfuerzo del hombre por solucionar las adivinanzas aparentes del universo material. La filosofía es el esfuerzo del hombre por unificar la experiencia humana. La religión es el gesto supremo del hombre, su alcance magnífico hacia la realidad final, su determinación de encontrar a Dios y de ser como él es.

(2096.6) 196:3.30

¿Quién lo sabía? La ciencia y la filosofía

La entera ciencia de las matemáticas, el completo dominio de la filosofía, lo más elevado de la física o la química, no pueden predecir ni conocer que la unión de dos átomos gaseosos de hidrógeno con un átomo gaseoso de oxígeno daría lugar a una substancia nueva y cualitativamente superaditiva: el agua líquida. El conocimiento comprensivo de este fenómeno singular físicoquímico debería por sí solo haber prevenido el desarrollo de la filosofía materialista y de la cosmología mecanicista.

(141.4) 12:9.3

Pero no todas las suposiciones de la filosofía natural son válidas; por ejemplo, el éter hipotético, que representa un intento ingenioso del hombre de unificar su ignorancia de los fenómenos espaciales. La filosofía del universo no puede basarse en las observaciones de la así llamada ciencia. Si un científico no pudiese observar la metamorfosis, se inclinaría a negar la posibilidad de que la mariposa se desarrolle a partir de la oruga.

(480.2) 42:9.4

La armonía es la clave del universo central, y un orden detectable prevalece en el Paraíso. La conducta apropiada es esencial para el progreso mediante el conocimiento, a través de la filosofía, a las alturas espirituales de la adoración espontánea.

(301.3) 27:4.2

Cuando la filosofía del hombre se inclina intensamente hacia el mundo de la materia, se vuelve racionalista onaturalista. Cuando la filosofía se inclina particularmente hacia el nivel espiritual, se vuelve idealista o aun mística. Cuando la filosofía es tan desafortunada como para inclinarse hacia la metafísica, infaliblemente se vuelve escéptica, confusa. En eras pasadas, la mayor parte del conocimiento del hombre y de sus evaluaciones intelectuales ha caído en una de estas tres distorsiones de percepción. La filosofía no se atreve a proyectar sus interpretaciones de la realidad en la forma lineal de la lógica; no debe fallar nunca en tomar en cuenta la simetría elíptica de la realidad y la curvatura esencial de todos los conceptos de relación.

(1137.4) 103:6.14

Una filosofía mecanicista de la vida y del universo no puede ser científica, porque la ciencia tan sólo reconoce y trata la materia y los hechos. La filosofía es, inevitablemente, supercientífica. El hombre es un hecho material de la naturaleza, pero su vida es un fenómeno que trasciende los niveles materiales de la naturaleza, porque exhibe los atributos de control de la mente y las cualidades creadoras del espíritu.

(2079.4) 195:7.9

Toda interpretación científica del universo material es inútil a menos que provea al científico de su debido reconocimiento. Ninguna apreciación del arte es genuina a menos que acuerde reconocimiento al artista. Ninguna evaluación de la moral es válida, a menos que incluya al moralista. Ningún reconocimiento de la filosofía es edificante si ignora al filósofo, y la religión no puede existir sin la experiencia real del religioso que, en esta misma experiencia y por la misma, trata de encontrar a Dios y de conocerlo. Asimismo, el universo de los universos no tiene significado aparte del YO SOY, el infinito Dios que lo hizo e incesantemente lo dirige.

(2080.3) 195:7.18

La filosofía es estimulante

Juntamente con la suprema satisfacción de la adoración, existe el regocijo de la filosofía. No llegaréis nunca tan alto ni avanzaréis tan lejos como para que no queden miles de misterios que requieran el empleo de la filosofía para intentar su solución.

(302.5) 27:6.1

Hace poco la educación pasó del control del clero al de los abogados y los hombres de negocios. Ulteriormente se tendrá que entregar a los filósofos y científicos. Los maestros han de ser entes libres, verdaderos dirigentes, a fin de que la filosofía, la búsqueda de la sabiduría, pueda convertirse en el objetivo básico de la educación.

(806.4) 71:7.4

La mota - La filosofía estereoscópica

La mota es más que una filosofía superior; es para la filosofía lo que son dos ojos comparados con uno; posee un efecto estereoscópico sobre los significados y los valores. El hombre material ve el universo, por así decirlo, con un solo ojo — plano. Los estudiantes de los mundos de estancia logran perspectiva cósmica —profundidad— mediante la superposición de las percepciones de la vida morontial sobre las percepciones de la vida física.

(554.2) 48:6.28

Una filosofía puede unir

Ningún mundo evolucionario puede esperar progresar más allá de la primera etapa de establecimiento de la luz hasta que no haya alcanzado el estado de un solo idioma, una sola religión y una sola filosofía. El pertenecer a una sola raza facilita grandemente dicho logro, pero el hecho que haya muchos pueblos en Urantia no impide el logro de etapas más elevadas.

(626.11) 55:3.23

En el estado ideal, la educación continúa toda la vida, y la filosofía algunas veces se convierte en el objetivo principal de sus ciudadanos. Los ciudadanos de tal mancomunidad van en la búsqueda de la sabiduría para compenetrarse más intensamente con la significación de las relaciones humanas, los sentidos de la realidad, la nobleza de los valores, las metas de la vida y las glorias del destino cósmico.

(806.2) 71:7.2

Filosofía experiencial

La unión de la actitud científica y el discernimiento religioso por la mediación de la filosofía experiencial es parte de la experiencia del hombre en su larga ascensión al Paraíso. Las aproximaciones de las matemáticas y las certezas del discernimiento siempre requerirán la función armonizadora de lógica mental en todos los niveles de la experiencia antes del logro máximo del Supremo.

(1138.2) 103:7.4

Aunque la experiencia religiosa es un fenómeno subjetivo puramente espiritual, dicha experiencia comprende una actitud positiva y de fe viviente hacia los más altos dominios de la realidad objetiva del universo. El ideal de la filosofía religiosa es tal fe-confianza que pueda conducir al hombre a depender sin condiciones del amor absoluto del Padre Infinito del universo de los universos. Tal experiencia religiosa genuina trasciende en mucho la objetivación filosófica del deseo idealista; en efecto, toma a la salvación como cosa normal y se preocupa tan sólo por aprender y hacer la voluntad del Padre en el Paraíso. Las marcas de dicha religión son: fe en una Deidad suprema, esperanza de supervivencia eterna, y amor, especialmente hacia el prójimo.

(1141.3) 103:9.5

En la ciencia el yo humano observa el mundo material; la filosofía es la observación de esta observación del mundo material; la religión, la verdadera experiencia espiritual, es la realización experiencial de la realidad cósmica de la observación de la observación de toda esta síntesis relativa de los materiales de energía del tiempo y del espacio. Construir una filosofía del universo basada exclusivamente en el materialismo es ignorar el hecho de que todas las cosas materiales son concebidas inicialmente como reales en la experiencia de la conciencia humana. El observador no puede ser lo observado; la evaluación exige cierto grado de trascendencia de la cosa que está siendo evaluada.

(1228.7) 112:2.12

¿Qué es la mente?

La mente mortal es un sistema temporal de intelecto prestado a los seres humanos para uso durante una vida material, y según usen esta mente, estarán o aceptando o rechazando el potencial de la existencia eterna. La mente es prácticamente todo lo que tienes de realidad universal que está sujeta a tu voluntad, y el alma —el yo morontial —ilustrará fielmente la cosecha de las decisiones temporales que hace el yo mortal. La conciencia humana descansa suavemente sobre el mecanismo electroquímico que está más abajo, y toca delicadamente el sistema de energía espíritu-morontial que está más arriba. Durante su vida mortal, el ser humano nunca está plenamente consciente de ninguno de estos dos sistemas; por lo tanto debe trabajar en la mente, de la cual está consciente. Y no es tanto lo que la mente comprende, sino más bien lo que desea comprender, aquello que asegura la supervivencia; no es tanto cómo es la mente, sino cómo está tratando de ser la mente lo que constituye la identificación espiritual. No es tanto que el hombre esté consciente de Dios cuanto que el hombre anhele a Dios lo que resulta en la ascensión en el universo. Lo que eres hoy no es tan importante como lo que llegues a ser día a día y en la eternidad.

La mente es el instrumento cósmico sobre el cual la voluntad humana puede tocar la discordia de la destrucción, o sobre el cual esta misma voluntad puede extraer las melodías exquisitas de la identificación con Dios y la consiguiente supervivencia eterna. El Ajustador donado al hombre es, en último análisis, impermeable al mal e incapaz de pecar, pero la mente mortal puede efectivamente ser distorsionada, torcida y volverse malvada y fea por las maquinaciones pecaminosas de una voluntad humana perversa y autogratificante. Del mismo modo esta mente puede tornarse noble, bella, verdadera y buena —realmente grande— de acuerdo con la voluntad iluminada por el espíritu de un ser humano que conoce a Dios.

La mente evolucionaria es tan sólo estable y confiable cuando se manifiesta en los dos extremos de la intelectualidad cósmica: el extremo totalmente mecanizado y el extremo totalmente espiritualizado. Entre los extremos intelectuales del puro control mecánico y de la verdadera naturaleza espiritual se interpone ese enorme grupo de mentes en evolución y en ascensión cuya estabilidad y tranquilidad dependen de la elección de la personalidad y de la identificación con el espíritu.

(1216.6) 111:1.5

La mente es un fenómeno que connota la actividad presencia del ministerio viviente, además de variados sistemas de energía; y esto es así en todos los niveles de la inteligencia. En la personalidad, la mente interviene constantemente entre el espíritu y la materia; por lo tanto tres tipos de luz iluminan el universo: la luz material, el discernimiento intelectual y la luminosidad del espíritu.

(9.10) 0:6.8

¿Qué es el alma?

Desde sus comienzos más tempranos el alma es real; tiene cualidades cósmicas de sobrevivencia.

(195.8) 16:9.2

Durante la vida la voluntad mortal, el poder de la personalidad de decisión y elección reside en los circuitos materiales de la mente; a medida que procede el crecimiento mortal terrestre, este yo, con sus invalorables poderes de elección, se vuelve cada vez más identificado con la entidad emergente alma morontial; después de la muerte y después de la resurrección en el mundo de estancia, la personalidad humana está completamente identificada con el yo morontial. El alma, de este modo, es el embrión del futuro vehículo morontial de la identidad de la personalidad.

(1219.1) 111:3.2

Las plantas y los animales sobreviven en el tiempo mediante la técnica de pasar partículas idénticas de sí mismos de una generación a otra. El alma humana (la personalidad) sobrevive a la muerte por asociación de identidad con esta chispa de divinidad residente, que es inmortal, y que funciona para perpetuar la personalidad humana en un nivel continuo y más elevado de existencia progresiva en el universo. La simiente oculta del alma humana es un espíritu inmortal. La segunda generación del alma es la primera de una sucesión de manifestaciones de la personalidad de existencias espirituales y cada vez más avanzadas que terminan tan sólo cuando esta entidad divina alcanza la fuente de su existencia, el origen personal de toda existencia, Dios, el Padre Universal.

(1459.6) 132:3.6

«El alma es aquella parte del hombre que es autorreflexiva, discierne la verdad y percibe el espíritu, elevando por siempre al ser humano por encima del nivel del mundo animal. La autoconciencia por sí sola, no es el alma. La autoconciencia moral es la verdadera autorrealización humana y constituye la base del alma humana, y el alma es esa parte del hombre que representa el valor potencial de la supervivencia de la experiencia humana. La elección moral y el logro espiritual, la capacidad de conocer a Dios y el impulso de ser semejante a él, son las características del alma. El alma del hombre no puede existir aparte del pensamiento moral y de la actividad espiritual. Un alma estancada es un alma moribunda. Pero el alma del hombre es distinta del espíritu divino que reside dentro de la mente. El espíritu divino llega simultáneamente con la primera actividad moral de la mente humana, y esa es la ocasión del nacimiento del alma.

Jesús, (1478.4) 133:6.5

Tu yo espiritualizante

El alma del hombre es una adquisición experiencial. A medida que la criatura mortal elige «hacer la voluntad del Padre en el cielo», el espíritu residente se vuelve padre de una nueva realidad en la experiencia humana. La mente mortal y material es la madre de esta misma realidad que surge. La sustancia de esta nueva realidad no es material ni espiritual —es morontial. Ésta es el alma inmortal naciente destinada a sobrevivir la muerte mortal y comenzar la ascensión al Paraíso.

(8.10) 0:5.10

Aunque el acercamiento a la presencia del Padre en el Paraíso debe esperar a que alcancéis los más altos niveles finitos de progresión espiritual, debéis regocijaros en el reconocimiento de la posibilidad siempre presente de una comunión inmediata con el espíritu otorgado por el Padre y tan íntimamente asociado con vuestra alma y con vuestro ser espiritualizante.

(63.1) 5:1.3

El alma humana morontial es del mismo modo un socio volitivo, cocreativo de su propia inmortalización.

(1282.2) 117:3.7

Todos los humanos que evolucionan un alma son literalmente los hijos evolucionarios de Dios el Padre y de Dios la Madre, el Ser Supremo. Pero hasta el momento en que el hombre mortal se vuelve consciente en el alma de su herencia divina, debe comprender por la fe esta seguridad del parentesco con la Deidad. La experiencia de la vida humana es el capullo cósmico en el que las dotes universales del Ser Supremo y la presencia universal del Padre Universal (ninguna de las cuales son personalidades) están evolucionando el alma morontial del tiempo y el carácter finalista humano-divino de destino universal y de servicio eterno.

(1289.1) 117:6.8

La sociedad de Urantia no puede esperar establecerse como lo ha hecho en eras pasadas. El barco de la sociedad ha zarpado de las bahías protegidas de la tradición establecida, navegando en los mares del destino evolucionario; y el alma del hombre, como nunca antes en la historia del mundo, necesita estudiar cuidadosamente sus mapas de moralidad y observar con gran cuidado la brújula de la guía religiosa.

(1086.6) 99:1.3

La supervivencia eterna y el alma

La supervivencia eterna de la personalidad depende completamente de la elección de la mente mortal, cuyas decisiones determinan el potencial de supervivencia del alma inmortal. Cuando la mente cree en Dios y el alma conoce a Dios, y cuando, y con el Ajustador ayudante, todos ellos desean a Dios, entonces la supervivencia es segura.

(69.8) 5:5.13

La atracción de la gravedad espiritual del Hijo Eterno constituye el secreto inherente de la ascensión al Paraíso de las almas humanas supervivientes. La atracción infalible de la gravedad espiritual del Hijo Eterno mantiene todos los valores genuinos del espíritu y todos los individuos sinceramente espiritualizados ... El circuito de la gravedad espiritual literalmente arrastra el alma del hombre hacia el Paraíso.

(84.2) 7:3.2

La criatura personal dotada de mente cósmica, morada por el Ajustador, posee habilidad innata para reconocer y comprender la realidad de la energía, la realidad mental, y la realidad espiritual. La criatura volitiva está por lo tanto equipada para discernir el hecho, la ley, y el amor de Dios. Aparte de estas tres prerrogativas inalienables de la conciencia humana, toda experiencia humana es en realidad subjetiva, excepto que la comprensión intuitiva de la validez se asocia a la unificación de estas tres respuestas de realidad universal de reconocimiento cósmico.

El mortal que discierne a Dios es capaz de sentir el valor de unificación de estas tres cualidades cósmicas en la evolución del alma sobreviviente, la empresa suprema del hombre en el tabernáculo físico en el que la mente moral colabora con el espíritu divino residente para dualizar el alma inmortal. Desde sus comienzos más tempranos el alma es real; tiene cualidades cósmicas de sobrevivencia.

(195.7) 16:9.1

Al revelar la misericordia preexistente del Padre, los Hijos de Dios establecen el crédito necesario para asegurar la sobrevivencia de todos. Luego, de acuerdo con los hallazgos de los Significados de Orígenes, se establece un crédito de misericordia para la sobrevivencia de cada criatura racional, un crédito de proporciones generosas y de gracia suficiente como para asegurar la sobrevivencia de toda alma que realmente desee la ciudadanía divina.

(314.4) 28:6.5

El tiempo es la dote universal de todas las criaturas volitivas; es el «talento» confiado a todos los seres inteligentes. Todos vosotros tenéis tiempo para asegurar vuestra sobrevivencia; el tiempo se desperdicia fatalmente sólo cuando se lo entierra en la negligencia, cuando no lo utilizáis para aseguraros de la sobrevivencia de vuestra alma. El fracaso en mejorar el propio tiempo hasta el grado más alto posible no impone castigos fatales; meramente retarda al peregrino del tiempo en su viaje de ascensión.

(315.2) 28:6.9

El cuerpo físico de la carne mortal no es parte del reensamblaje del sobreviviente adormecido; el cuerpo físico ha regresado al polvo. El serafín de asignación patrocina el nuevo cuerpo, la forma morontial, como nuevo vehículo de vida para el alma inmortal y para recibir al Ajustador que ha retornado. El Ajustador es el custodio de las transcripciones espirituales de la mente del sobreviviente adormecido. El serafín de asignación es el que mantiene la identidad sobreviviente —el alma inmortal— hasta donde haya evolucionado. Y cuando estos dos, el Ajustador y el serafín, reúnen sus fideicomisos de personalidad, el nuevo individuo constituye la resurrección de la antigua personalidad, la supervivencia de la identidad evolutiva morontial del alma. Dicha reasociación de alma y Ajustador se denomina en forma totalmente apropiada, una resurrección, un reensamblaje de los factores de la personalidad; pero aún esto no explica enteramente la reaparición de la personalidad sobreviviente. Aunque tal vez vosotros no comprendáis jamás el hecho de dicha transacción inexplicable, alguna vez conoceréis experiencialmente la verdad de esto si no rechazáis el plan de la sobrevivencia mortal.

(341.5) 30:4.15

La supervivencia de las criaturas mortales se basa enteramente en la evolución de un alma inmortal dentro de la mente mortal.

(404.3) 36:6.5

La mente humana no soporta bien el conflicto de una doble lealtad. Es un peso muy grande para el alma sufrir la experiencia de esforzarse por servir al bien y al mal a la vez. La mente supremamente feliz y eficazmente unificada es aquella dedicada por entero a hacer la voluntad del Padre celestial. Los conflictos no resueltos destruyen la unidad y pueden dar lugar a la dislocación de la mente. Pero el carácter de supervivencia del alma no se alimenta intentando asegurar la paz mental a cualquier precio, abandonando nobles aspiraciones o comprometiendo ideales espirituales; más bien tal paz se alcanza por la afirmación decidida del triunfo de lo que es verdadero, y esta victoria se logra venciendo el mal con la poderosa fuerza del bien.

(1480.4) 133:7.12

Jesús habla del alma

«El alma es aquella parte del hombre que es autorreflexiva, discierne la verdad y percibe el espíritu, elevando por siempre al ser humano por encima del nivel del mundo animal. La autoconciencia por sí sola, no es el alma. La autoconciencia moral es la verdadera autorrealización humana y constituye la base del alma humana, y el alma es esa parte del hombre que representa el valor potencial de la supervivencia de la experiencia humana. La elección moral y el logro espiritual, la capacidad de conocer a Dios y el impulso de ser semejante a él, son las características del alma. El alma del hombre no puede existir aparte del pensamiento moral y de la actividad espiritual. Un alma estancada es un alma moribunda. Pero el alma del hombre es distinta del espíritu divino que reside dentro de la mente. El espíritu divino llega simultáneamente con la primera actividad moral de la mente humana, y esa es la ocasión del nacimiento del alma.

Jesús, (1478.4) 133:6.5



¿Qué es la Revelación?

Hablan los reveladores de El libro de Urantia

Al formular las presentaciones subsiguientes, que tienen que ver con la descripción del carácter del Padre Universal y de la naturaleza de sus asociados en el Paraíso, juntamente con un intento de descripción del perfecto universo central y de los siete superuniversos que lo rodean, seguimos las directivas del mandato de los gobernantes superuniversales que nos ordenan que, en todos nuestros esfuerzos por revelar verdad y coordinar conocimiento esencial, demos preferencia a los conceptos humanos más elevados ya existentes relativos a los temas a ser presentados. Podemos recurrir a la revelación pura, sólo cuando el concepto de presentación no revela una expresión previa adecuada en la mente humana.

(16.7) 0:12.10

Vosotros los mortales que leéis este mensaje, podréis vosotros mismos ascender al Paraíso, lograr el abrazo de la Trinidad, y en remotas edades futuras ser asignados al servicio de los Ancianos de los Días en uno de los siete superuniversos, y alguna vez ser asignados a ampliar la revelación de la verdad en algún planeta habitado evolutivo, así como yo ahora lo estoy haciendo en Urantia.

(247.6) 22:4.7

La Revelación está limitada

No es posible formular clasificaciones completas y enteramente uniformes de las personalidades del gran universo porque no todos los grupos son revelados. Se requerirían numerosos documentos adicionales para cubrir la revelación ulterior necesaria para clasificar sistemáticamente todos los grupos. Dicha expansión conceptual difícilmente sería deseable porque privaría a los mortales pensantes durante los próximos mil años de ese estímulo por la especulación creadora que proporcionan estos conceptos parcialmente revelados. Es mejor que el hombre no reciba una revelación demasiado amplia; eso ahogaría la imaginación.

(330.2) 30:0.2

Las cinco revelaciones de época

Ha habido muchos acontecimientos de revelación religiosa pero sólo cinco de significado de época. Éstos fueron como sigue:
1. Las enseñanzas dalamatianas. El verdadero concepto de la Primera Fuente y Centro fue promulgado por primera vez en Urantia por los cien miembros corpóreos del séquito del Príncipe Caligastia. Esta revelación de la Deidad en expansión duró más de trescientos mil años hasta que fue repentinamente interrumpida por la secesión planetaria y la ruptura del régimen de enseñanza. Excepto por el trabajo de Van, la influencia de la revelación dalamatiana prácticamente se perdió en todo el mundo. Aun los noditas habían olvidado esta verdad al tiempo de la llegada de Adán. De todos los que recibieron las enseñanzas de los cien, los hombres rojos las conservaron por más tiempo, pero la idea del Gran Espíritu no era sino un concepto nebuloso en la religión amerindia cuando el contacto con el cristianismo lo aclaró y fortaleció grandemente.
2. Las enseñanzas edénicas. Adán y Eva nuevamente ilustraron el concepto del Padre de todos para los pueblos evolucionarios. La disolución del primer Edén interrumpió el curso de la revelación adánica antes de que hubiera comenzado plenamente. Pero las enseñanzas abortadas de Adán fueron continuadas por los sacerdotes setitas y algunas de estas verdades nunca se han perdido completamente en el mundo. La entera tendencia de la evolución religiosa levantina fue modificada por las enseñanzas de los setitas. Pero hacia el año 2500 a. de J. C. la humanidad había perdido en gran parte de vista la revelación patrocinada en los días del Edén.
3. Melquisedek de Salem. Este Hijo de urgencia de Nebadon inauguró la tercera revelación de la verdad en Urantia. Los preceptos cardinales de sus enseñanzas fueron confianza y fe. Enseñó la confianza en la beneficencia omnipotente de Dios y proclamó que la fe era el acto por el cual el hombre ganaba el favor de Dios. Sus enseñanzas gradualmente se mezclaron con las creencias y prácticas de varias religiones evolucionarias y finalmente se desarrollaron en esos sistemas teológicos presentes en Urantia al principio del primer milenio después de Cristo.
4. Jesús de Nazaret. Cristo Micael presentó por cuarta vez a Urantia el concepto de Dios como Padre Universal, y esta enseñanza en general ha persistido desde entonces. La esencia de su enseñanza era amor y servicio, la adoración amante que la criatura otorga voluntariamente en reconocimiento del ministerio amante de Dios su Padre, y en respuesta al mismo; el servicio por libre albedrío que estas criaturas otorgan a sus hermanos en la comprensión regocijada de que, mediante este servicio, están sirviendo del mismo modo a Dios el Padre.
5. Los documentos de Urantia. Los documentos, de los cuales éste es uno, constituyen la presentación más reciente de la verdad a los mortales de Urantia. Estos documentos difieren de todas las revelaciones previas, porque no son trabajo de una sola personalidad universal sino una combinación de presentaciones de muchos seres. Pero ninguna revelación es completa hasta la que se obtiene cuando se llegue al Padre Universal. Todas las demás ministraciones celestiales no son más que parciales, transitorias y adaptadas prácticamente a las condiciones locales en el tiempo y en el espacio. Aunque estas admisiones puedan tal vez restar la fuerza y autoridad inmediatas a todas las revelaciones, ha llegado el momento en Urantia en que es aconsejable hacer estas declaraciones francas, aun a riesgo de debilitar la influencia futura y autoridad de éstas, las más recientes revelaciones de la verdad para las razas mortales de Urantia.
(1007.4) 92:4.4

El valor de la Revelación

La revelación es una técnica mediante la cual se le ahorran eras y eras de tiempo en el trabajo necesario de selección y para separar los errores de la evolución de las verdades de adquisición espiritual.

(1110.4) 101:5.1

El conocimiento produce orgullo en el hecho de la personalidad; la sabiduría es la conciencia del significado de la personalidad; la religión es la experiencia del conocimiento del valor de la personalidad; la revelación es la seguridad de la supervivencia de la personalidad.

(1122.5) 102:3.9

La metafísica ha resultado ser un fracaso; la mota, el hombre no puede percibirla. La revelación es la única técnica que puede compensar por la ausencia de la sensibilidad a la verdad de mota en un mundo material. La revelación aclara en forma determinada la mezcla de metafísica desarrollada por la razón en una esfera evolucionaria.

(1136.3) 103:6.8

Basado en su comprensión incompleta de la ciencia, su leve captación de la religión, y sus intentos abortivos en cuanto a la metafísica, el hombre ha intentado construir sus formulaciones de filosofía. El hombre moderno verdaderamente construiría una filosofía valiosa y atractiva de sí mismo y de su universo si no fuese por la ruptura de su conexión metafísica importantísima e indispensable entre los mundos de la materia y del espíritu, el fracaso de la metafísica para tender un puente sobre el abismo morontial entre lo físico y lo espiritual. El hombre mortal no tiene el concepto de mente y materia morontiales, y la revelación es la única técnica para restaurar esta deficiencia en los datos conceptuales que el hombre tan urgentemente necesita para poder construir una filosofía lógica del universo y llegar a una comprensión satisfactoria de su lugar seguro y establecido en ese universo.
La revelación es la única esperanza del hombre evolucionario por tender un puente sobre el abismo morontial. La fe y la razón, sin ayuda de mota, no pueden concebir ni construir un universo lógico. Sin la visión de mota, el hombre mortal no puede discernir la bondad, el amor y la verdad en los fenómenos del mundo material.
(1137.2) 103:6.12

La filosofía, para servir mejor a la ciencia y la religión, debe evitar los extremos tanto del materialismo como del panteísmo. Sólo una filosofía que reconozca la realidad de la personalidad —la permanencia en la presencia del cambio— puede ser de valor moral para el hombre, puede servir de enlace entre las teorías de la ciencia material y de la religión espiritual. La revelación es la compensación de la fragilidad de la filosofía en evolución.

(1140.6) 103:8.6

¿Quién soy? ¿Qué es la personalidad?

El libro de Urantia está lleno de personalidad; es una palabra que se emplea cientos de veces, y es uno de los temas más importantes. Las citas de más abajo darán al lector una idea mínima del alcance de la personalidad, y haciendo clic en los enlaces tendrán una ampliación de cada idea.

Parte de la revelación de El libro de Urantia es una discusión detallada de la personalidad de Dios. Es en sí mismo un tema amplio, y puede encontrar las secciones completas yendo a:

La personalidad del Padre Universal
El Dios de la personalidad
La personalidad del Hijo Eterno
La personalidad del Espíritu Infinito

Finalmente, puede disfrutar de un estudio completo de la personalidad de Urantia y de la supervivencia de la personalidad.


Dios - El autor de la personalidad

Dios es mucho más que una personalidad, tal como la mente humana entiende la personalidad; él es incluso mucho más que cualquier concepto posible de una superpersonalidad. Pero es totalmente fútil discutir estos conceptos incomprensibles de la personalidad divina con las mentes de las criaturas materiales cuyo máximo concepto de la realidad del ser consiste en la idea e ideal de la personalidad. El concepto más elevado posible del Creador Universal a que tiene acceso la criatura material está contenido dentro de los ideales espirituales de la idea exaltada de la personalidad divina. Por tanto, aunque vosotros podáis saber que Dios debe ser mucho más que el concepto humano de la personalidad, igualmente conocéis bien que el Padre Universal no puede de ningún modo ser nada menos que una personalidad eterna, infinita, verdadera, buena y bella.

Dios no se oculta de ninguna de sus criaturas. Es inaccesible para tantas órdenes de seres sólo porque «mora en una luz a la que ninguna criatura material puede acercarse». La inmensidad y la grandiosidad de la personalidad divina está más allá del alcance de la mente no perfeccionada de los mortales evolucionarios. Él «mide las aguas con el hueco de su mano, mide un universo con la palma de su mano. Él es quien está sentado sobre el círculo de la tierra, quien extiende los cielos como una cortina y los despliega como un universo para morar». «Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas, quién cuenta sus mundos y a todos llama por sus nombres»; y así pues es verdad que «las cosas invisibles de Dios son parcialmente entendidas por medio de las cosas hechas».

(27.4) 1:5.2

La personalidad no es simplemente un atributo de Dios; más bien representa la totalidad de la naturaleza infinita coordinada y la voluntad divina unificada que se exhibe en la eternidad y universalidad de expresión perfecta. La personalidad, en el sentido supremo, es la revelación de Dios al universo de universos.

(29.3) 1:5.13

«`Yo soy un Dios próximo y remoto', dice el Señor, `¿no lleno acaso el cielo y la tierra?'» El Padre Universal está siempre presente en todas partes y en todos los corazones de su vasta creación. Él es «la plenitud del que todo lo llena en todos», y «quien todo obra en todos» y además, el concepto de su personalidad es tal que «el cielo (el universo) y el cielo de los cielos (el universo de los universos) no pueden contenerlo». Es literalmente cierto que Dios es todo y está en todo. Pero incluso eso no es el todo de Dios. El Infinito sólo puede revelarse plenamente en el infinito; la causa nunca puede ser plenamente comprendida por un análisis de los efectos; el Dios viviente es inmensurablemente más grande que la suma total de la creación que ha venido a ser como resultado de los actos creadores de su ilimitado libre albedrío.

(44.5) 3:1.2

En Dios el Padre las acciones de su libre voluntad no están regidas por el poder, ni están orientadas solamente por el intelecto; la personalidad divina está definida como consistente en espíritu y manifestándose a los universos como amor. Por tanto, en todas sus relaciones personales con las personalidades de las criaturas de los universos, la Primera Fuente y Centro es siempre y permanentemente un Padre amante. Dios es un Padre en la más elevada acepción del término. Está eternamente motivado por el perfecto idealismo del amor divino, y esa tierna naturaleza encuentra su expresión más robusta y su satisfacción más grande en amar y ser amado.

(59.2) 4:4.6

La energía pura es el antepasado de todas las realidades relativas, que están fuera del funcionamiento del espíritu, mientras que el espíritu puro es el potencial del supercontrol divino y directivo de todos los sistemas básicos de energía. Y estas realidades, tan diversas como se manifiestan en todas partes del espacio y tal como se las observa en los movimientos del tiempo, están ambas centradas en la persona del Padre del Paraíso. En él son una sola —deben ser unificadas— porque Dios es uno. La personalidad del Padre es absolutamente unificada.

(638.2) 56:1.4

La personalidad es...

Personalidad. La personalidad del hombre mortal no es ni cuerpo, ni mente, ni espíritu; tampoco es el alma. La personalidad es la única realidad invariable en una experiencia por otra parte constantemente cambiante de la criatura; y une todos los demás factores asociados de la individualidad. La personalidad es el don único que el Padre Universal hace a las energías vivientes y asociadas de materia, mente y espíritu, y que sobrevive con la supervivencia del alma morontial.

(9.1) 0:5.11

...La personalidad no es nunca espontánea; es el don del Padre del Paraíso. La personalidad está superimpuesta sobre la energía, y está asociada solamente con los sistemas vivientes de energía; la identidad puede estar asociada con esquemas no vivientes de energía.

(8.4) 0:5.4

La personalidad humana es la imagen-sombra espacio-temporal proyectada por la divina personalidad del Creador, y jamás se puede comprender adecuadamente realidad alguna mediante el examen de su sombra. Las sombras deben interpretarse en términos de la verdadera substancia.

(29.7) 1:6.1

La mente trasmuta los valores del espíritu en significados del intelecto; la volición tiene el poder de fructificar los significados de la mente a los dominios material y espiritual. El ascenso al Paraíso comprende un crecimiento relativo y diferencial en espíritu, mente y energía, siendo la personalidad el unificador de esos componentes de la individualidad experiencial.

(102.6) 9:4.6

La personalidad humana no es meramente un fenómeno colateral de los acontecimientos del tiempo y el espacio; la personalidad humana también puede actuar como causa cósmica de tales acontecimientos.

(135.10) 12:5.11

La personalidad es inalterable en presencia del cambio.

(1225.9) 112:0.9

La personalidad es esa dote cósmica, esa fase de la realidad universal, que puede coexistir con cambios ilimitados y al mismo tiempo conservar su identidad en la presencia misma de todos estos cambios, y para siempre después.

(1434.5) 130:4.6

La personalidad es única, absolutamente única: es única en el tiempo y en el espacio; es única en la eternidad y en el Paraíso; es única cuando se la recibe como don —no hay duplicados; es única durante cada momento de la existencia; es única en relación a Dios —él no tiene favoritos, pero tampoco las suma entre sí, porque no son sumables —son asociables pero no totalizables.

(1225.12) 112:0.12

La personalidad es consciente en forma única del tiempo, y esto es algo distinto de la percepción del tiempo que tienen la mente o el espíritu.

(1226.4) 112:0.16

El Padre Universal otorga la personalidad a sus criaturas como un don potencialmente eterno. Tal don divino está destinado a funcionar en numerosos niveles y en situaciones universales sucesivas que van desde lo finito más bajo a lo absonito más elevado, aun hasta los límites de lo absoluto. La personalidad funciona pues en tres planes cósmicos o en tres fases universales:
1. Estado de ubicación. La personalidad funciona con igual eficiencia en el universo local, en el superuniverso y en el universo central.
2. Estado de significado. La personalidad funciona eficazmente en los niveles de lo finito, lo absonito y aun junto a los límites de lo absoluto.
3. Estado de valor. La personalidad se puede realizar experiencialmente en los reinos progresivos de lo material, lo morontial y lo espiritual.
(1226.5) 112:1.1

La personalidad es un misterio

La personalidad es uno de los misterios no resueltos de los universos. Podemos formar conceptos apropiados de los factores que entran en la composición de las diversas órdenes y niveles de personalidades, pero no comprendemos plenamente la verdadera naturaleza de la personalidad misma. Percibimos claramente los numerosos factores que, cuando se combinan, constituyen el vehículo de la personalidad humana, pero no comprendemos plenamente la naturaleza y significación de tal personalidad finita.

La personalidad es potencial en todas las criaturas que poseen una dote de mente, desde un mínimo de autoconciencia hasta un máximo de conciencia de Dios. Pero la dote mental por sí sola no es personalidad, ni tampoco el espíritu ni la energía física. La personalidad es la cualidad y valor en la realidad cósmica exclusivamente otorgada por Dios el Padre a estos sistemas vivientes de energías asociadas y coordinadas de materia, mente y espíritu. La personalidad no es tampoco un logro progresivo. La personalidad puede ser material o espiritual, pero o hay personalidad o no hay personalidad. Lo que es distinto de personal no alcanza nunca el nivel de lo personal excepto por la acción directa del Padre del Paraíso.

El otorgamiento de la personalidad es la función exclusiva del Padre Universal, la personalización de los sistemas vivientes de energía que él otorga con los atributos de conciencia creadora relativa y con el correspondiente control en forma de libre albedrío. No hay personalidad aparte de Dios el Padre, y no existe personalidad ninguna sino por Dios el Padre. Los atributos fundamentales del yo humano, así como el núcleo en forma de Ajustador absoluto de la personalidad humana, son dones del Padre Universal, que actúa en su dominio exclusivamente personal del ministerio cósmico.

(70.3) 5:6.2

La capacidad para la personalidad divina es intrínseca en el Ajustador prepersonal; la capacidad para la personalidad humana existe potencialmente en la dote de la mente cósmica del ser humano. Pero la personalidad experiencial del hombre mortal no es observable como una realidad activa y funcional hasta después de que el vehículo de la vida material de la criatura mortal haya sido tocado por la divinidad liberadora del Padre Universal, siendo así lanzado a los mares de la experiencia como personalidad autoconsciente, autodeterminada (relativamente) y autocreadora. El yo material es verdadera e incualificable- mente personal.

(71.1) 5:6.6

La personalidad del hombre es eterna

Lo que proviene del Padre es como el Padre, eterno, y esto es igualmente cierto de la personalidad, que Dios otorga por su propia elección libre, como ocurre con el Ajustador del Pensamiento, un fragmento real de Dios. La personalidad del hombre es eterna, pero en cuanto a la identidad es una realidad eterna condicionada. Habiendo aparecido en respuesta a la voluntad del Padre, la personalidad alcanzará el destino de Deidad, pero el hombre debe elegir si estará o no presente en el momento del logro de tal destino. Si no se realiza dicha elección, la personalidad alcanza la Deidad experiencial directamente, volviéndose parte del Ser Supremo. El ciclo está predestinado, pero la participación del hombre en él es facultativo, personal y experiencial.

(1232.3) 112:5.2

La extinción de la personalidad a través de la iniquidad

Cuando esta sentencia se confirma finalmente, el ser identificado con el pecado instantáneamente se vuelve como si no hubiera sido. No hay ninguna resurrección de este destino; es perdurable y sempiterno. Los factores de identidad de la energía viviente se resuelven mediante las transformaciones del tiempo y las metamorfosis del espacio en los potenciales cósmicos de los cuales emergieron anteriormente. En cuanto a la personalidad del inicuo, se la priva de un vehículo continuado de existencia vital debido al fracaso de la criatura de hacer esas elecciones y decisiones finales que le habrían asegurado la vida eterna. Cuando el abrazo continuado del pecado por la mente asociada culmina en la identificación completa del ser con la iniquidad, entonces, en el momento de la cesación de la vida, en el momento de la disolución cósmica, esa personalidad aislada es absorbida en la superalma de la creación, haciéndose parte de la experiencia evolutiva del Ser Supremo. Nunca más aparece como personalidad; es como si su identidad nunca hubiera sido. En el caso de una personalidad que albergue a un Ajustador, los valores espirituales experienciales sobreviven en la realidad del Ajustador que sigue existiendo.

(37.2) 2:3.4

La supervivencia de la personalidad

La supervivencia eterna de la personalidad depende completamente de la elección de la mente mortal, cuyas decisiones determinan el potencial de supervivencia del alma inmortal. Cuando la mente cree en Dios y el alma conoce a Dios, y cuando, y con el Ajustador ayudante, todos ellos desean a Dios, entonces la supervivencia es segura. Las limitaciones del intelecto, las restricciones de la educación, la carencia de cultura, el empobrecimiento del estado social, incluso la inferioridad de las normas morales humanas que resultan de la infortunada falta de ventajas de instrucción, cultura o posición social, no pueden invalidar la presencia del espíritu divino en tales individuos tan desafortunados y humanamente limitados, pero creyentes.

(69.8) 5:5.13